Translate

domingo, 19 de octubre de 2014

Capítulo 9~ RPL



— ¿Qué haces?— digo impactada porque no quiere sentarse a mi lado.

— si vamos a hablar quiero que siempre sepas que eres más importante que mi orgullo y que te amo sobre todas las cosas, por eso me quedo más abajo que tú, porque tú eres mi ángel guardián y estas sobre mí.

— no Edward— digo y me arrodillo junto a él— los dos somos iguales.

— Elissabet yo te amo, y no sé porque comencé a beber tu sangre— dice mirándome, y yo levanto una ceja— bueno, sí sé pero el punto es que yo no me perdonaría el haberte matado, eres mi vida y quizá no soy todo lo que necesitas y entiendo si me quieres dejar, pero yo lucharé contra viento y marea si es necesario, para que estemos juntos. Elissabet te amo y no me cansaré nunca de decírtelo.

— Edward— digo mirando mis manos— yo también te amo, sé que nunca te lo digo… pero no sé, no estoy acostumbrada a decirlo, entiendo que hayas bebido mi sangre, después de todo eres un vampiro y es lo que comes, en un principio estaba enojada, pero descansando me di cuenta, que… eres mi mundo, desde que te conocí estuviste presente en mi mente, día y noche. No puedo estar separada de ti, porque te amo más que a mi vida, y si tuviera que dar mi vida por ti lo haría— digo ahora levantando la mirada con los ojos llenos de lágrimas.

— oh Elissabet perdóname— dice estrechándome entre sus brazos— juro que nunca más lo haré, y si lo hago me mataría, porque lo que menos quiero es hacerte daño, yo te amo y te lo repetiré cuantas veces sea necesario, perdóname, porque si no me perdonas yo… yo… yo no sé qué haría.

— Edward no hay nada que perdonar, dejemos esto atrás. Ya está todo perdonado— digo sonriéndole.

— te amo.

— y yo a ti— digo besándolo en sus suaves labios que están mojado, él también está llorando.

— ¿me puedes prometer algo?— dice mirándome a los ojos.

— sí

— no me dejes nunca— sus palabras me dejan en shock igual que siempre, Amo a este hombre.

— nunca te dejare, porque sin ti yo no soy nada— digo en un susurro la última parte.

— te lo repito nuevamente: te amo— dice levantando mi barbilla.

— yo también te amo.

— Elissabet juro que nunca te abandonare, juro que siempre estaremos juntos, juro que peleare por nuestro amor. Quiero estar siempre contigo, porque tú tienes todo de mí. Mis secretos, mi destino, mi ilusión y por sobre todo mi amor. Es para ti todo mi amor y todo de mí.

— Edward solo somos tú y yo, quiero estar siempre junto a ti, porque tú me das todo con un beso. Cuando dices te amo mi corazón palpita y da brincos de alegría. El destino nos juntó por algo y te amare con todo, tus defectos y tus virtudes. Porque mi corazón es tuyo y siempre lo será. Y no puedo estar sin ti porque te extraño— digo y siento sus labios sobre los míos.

— no te preocupes, nunca te dejare— dice y me abraza, estoy completa y locamente enamorada de este hombre. No sé cuánto tiempo nos quedamos así, pero no quiero que termine nunca ese momento, lo miro a los ojos y él me mira a mí, no hay nada que decir, porque nuestras miradas hablan por nosotros— ¿has comido?

— no, pero tengo hambre

— vamos a que te cocine algo— dice levantándose y extendiendo su mano.

Bajamos por las escaleras, tomados de la mano. ¿Qué haría yo sin él? Vamos a la cocina y me hace sentarme en la silla de la cocina. Veo como él se mueve por la cocina y es tan lindo, todo él tanto por dentro como por fuera. Mi corazón es suyo completamente y nada ni nadie me hará cambiar de opinión. Un olor delicioso empieza a sentirse por la cocina, él da vuelta la cabeza y me sonríe, sus labios son hermosos y sus ojos me miran con el mismo amor que yo, ¿en qué momento me enamore tanto de él?

— ¿falta mucho?

— no, solo un poco de cocción y está listo.

— ¿Qué es?

— espagueti con carne

— que rico

— como tú— dice guiñándome un ojo y yo me ruborizo, y bajo la cabeza.

Pasan unos pocos minutos y sigo viéndolo embobada, hasta que él se da la vuelta y trae un delicioso plato con mi comida, inhalo profundamente y huele delicioso.

— se ve muy bien.

— y sabe Aún mejor— dice dejándome el plato frente a mí y besando mi mejilla, se sienta al frente mío. Mirándome mientras cómo.

— está muy rico, dele mis felicitaciones al chef.

— el chef dice que quiere un beso de sus labios llenos de salsa— y yo rio.

— pues dígale al chef, que mis besos son para otra persona.

— mmm, tendré que felicitar a esa persona por tener tan buen gusto— dice sonriéndome— come que te tengo una sorpresa.

— ¿una sorpresa?— digo bebiendo mi jugo

— sip, y creo que te encantara.

Termino mi comida, rápido y él sonríe bajando la mirada, limpio mi boca y él se levanta con una agilidad típica de él, me levanta de la silla y nos dirigimos a la habitación de la música, ¿quiere cantar nuevamente? Hace que entre y él cierra la puerta tras de mí, acomoda una silla cerca del piano para que me siente, y él se sienta en el piano, se acomoda bien y empieza una tonada muy linda y suave, toca precioso y empieza a cantarme, no se cansa de decirme que me ama, pero no me importa. Me encanta cuando lo dice, él es tan distinto a todos los hombres con los que he estado, es distinto a Mike, sé que él nunca me engañaría. 

Yo también lo amo y mucho más de lo que creí amar a alguien, apoyo mi cabeza en una mano mientras lo escucho embelesada, en toda la canción no deja de mirarme mientras canta. Canta con tanto sentimiento que me doy cuenta de que todo lo que me dice es verdad, ojalá nunca nos separemos.

Termina la canción con unas notas y me da esa sonrisa típica suya, esa que pareciera ocultara mil secretos, esa que me confirma todo lo que pienso, esa que me derrite por dentro.

— esta canción… es la que quería cantarte cuando te pedí que fueras mi novia.

— Edward…— y no sé qué decir— eres…mi vida— le sonrió.

— y tú el motivo de mi existencia— me sonríe y se acerca a mis labios para fundirlo en un beso, distinto y único como siempre.

— ¿hay alguien aquí?— escucho la voz de Andrew en el pasillo.

— no le digas nada— le digo a Edward susurrándole.

— pero…es tu hermano. Mi cuñado—dice susurrándome— perdón pero él estaba preocupado por ti— y le grita a Andrew— estamos en la sala de música.

— gracias, cariño. Ahora tengo que enfrentarme a ese idiota— digo sarcástica, y enojada

— owww me dijiste cariño.

— fue sarcasmo genio— digo cruzándome de brazos.

— lo sé, pero me encanta cuando te enojas— dice besando mi mejilla, y ahí se esfuma mi enojo.

— eso es trampa— digo riendo.

—si es la única forma en la que no estés enojada conmigo, lo haré siempre— dice abrazándome.

— ¿Qué hacen los dos aquí con la puerta cerrada?— dijo Andrew entrando por la puerta.

— adiós felicidad— digo sarcástica.

— lady, ya cálmate.

— ¿Edward podrías dejarnos solos?

— sí— dice soltándome.

— no— digo agarrándolo del brazo, como una niña pequeña.

— calma lady, sus pensamientos son de arrepentimiento— dice susurrándome en el oído.

—ok— digo y lo suelto. Él sale y Andrew cierra, seguro Edward no escuchara.

— ¿así que va en serio lo de ustedes?— dice señalando a la puerta, refiriéndose a Edward.

— si, ¿por?— digo parándome y cruzándome de brazos.

— vamos Elissa…

— ¿Cómo me dijiste? ¿Elissa? ¿No que estabas enojado conmigo?— digo interrumpiéndolo.

— no seas rencorosa, eres mi hermana, y te quiero.

— ¿rencorosa? ¿Por qué?

— hoy me llamó Taylor diciéndome que estabas en enfermería. Casi se me para el corazón, y fui desesperado, cuando llegue allá, no había nadie. Trate de llamarte pero me mandaba a buzón de voz, y no pude venir a casa, porque tenía una prueba importante. Luego te intente llamar como diez veces más, y le pregunte a las chicas que son tus amigas si te habían visto, y me dijeron que habías ido a hablar con el director, fui a secretaria y pregunte si te habían visto, me dijeron que no pero que el chico Lowell había ido a justificar, no sé si Taylor o Edward. Y ahí seguí Aun más intranquilo, y pues tenía clases y ahora vengo llegando y estoy muy arrepentido.

— también es mi culpa, debí haberte ayudado con las cosas, después de todo cuatro días no son nada— digo arrepentida también.

— perdón.

— perdóname tú también. Es que he andado muy bipolar últimamente, y he tenido algunas nauseas, y mareos.

— ¿Qué? Ah no es que mato a ese estúpido de allá abajo— digo subiéndose las mangas, y bajando la escalera— maldito animal, embarazaste a mi hermana— dice golpeando en la mandíbula a Edward que veía televisión.

— ¿Qué rayos te pasa Brown?— dice sobándose la mandíbula, Aunque sé que es actuación… o eso espero— yo no he embarazado a tu hermana.

— ¿Cómo qué no? Ella tiene nauseas, mareos y esta con cambios de humor, sé lo que significa. Ambos son novios, es natural— dice enojado.

— Andrew cálmate, solo era una broma, no he tenido nauseas, mareos o cambios de humor. Solo estaba jugando contigo.

— gracias lady hiciste que gruñón golpeara mi cara— dijo usando el mismo sarcasmo que yo de hace un rato.

— pues yo no estoy seguro— dice confundido.

— hay por Dios, Andrew. Edward y yo Aun…no.

— ¿ah no?— dice mirándonos a ambos

— no— decimos al mismo tiempo.

— oh… eso cambia mucho las cosas. ¿De verdad Aun…no?

— de verdad, yo respeto a tu hermana y cuando haga… eso, quiero que sea bajo la bendición de Dios y bajo la ley.

— ¿de verdad?— dice mirándolo incrédulo.

— si, yo quiero casarme con ella— ¿Qué? No, ósea NO

— ¿Qué? ¿Estás loco?— digo enojada— yo no me quiero casar, ni ahora ni nunca.

— ufff, esto va para largo. Edward perdón por el golpe, y suerte con ella— dice golpeando su hombro y subiendo a su habitación.

— pero amor, ambos nos amamos.

— somos novios hace 3 días— digo mostrándole los dedos

— nadie está diciendo que nos casaremos mañana.

— ni mañana ni nunca. Edward para mí la palabra la matrimonio es sinónimo de error, malo, infidelidad, mentiras y todo eso, nunca me he querido casar, y no lo haré Aunque sea contigo.

— a ver Elissabet, no sé porque tienes esos conceptos del matrimonio, pero es todo lo contrario. Ósea el matrimonio, es una unión permanente, eso está ligado al amor, el respeto mutuo y aceptar a la otra persona tal y como es.

— Edward no, mira mis padres eran casados, y su matrimonio a pesar de las peleas fue bueno, pero no todos los matrimonios son así.

— pero nos amamos, quizás en un par de años podamos casarnos.

— ¿y porque no convivir?— digo tratando de razonar

— ¿Qué? ¿Estás loca? Nunca me ha gustado convivir, es algo…no— dice moviendo la cabeza negativamente con los ojos cerrados— la convivencia es para “probar” es para los que no están seguros del amor por el otro, y entonces si ya no se quieren, no los une nada. Ningún papel ni nada, solo serían 2 extraños con un pasado en común. Yo no quiero eso.

— y yo no quiero casarme— digo enojada

— pues yo no quiero convivir.

— BIEN— le grito.

— bien, adiós— dice y sale enojado por la puerta, miro por el agujero de la puerta y lo veo caminando hacia su auto, lo enciende y se va.

— ¡DIOS!— grito enojada— no me voy a casar, no me va a convencer, solo tenemos 3 días de novios, yo no quiero pensar en eso, no a esta edad— digo caminando de un lado a otro, y hablando sola— IDIOTA— grito otra vez.

— ¿Por qué hablas sola?— dice Andrew mirándome desde la escalera.

— tú tienes la jodida culpa de todo— digo enterrando mi dedo en su pecho.

— ¿y yo porque?— dice sorprendido

— te pusiste como loco, cuando te dije que tenía mareos y todas esas mentiras— digo golpeándole el pecho, pero él ni se mueve.

— fue culpa tuya por haberme dicho eso, ósea a esta edad cualquier chica esta propensa a estar embarazada— dice sujetándome los brazos

— sí cualquier chica, que hay tenido relaciones sexuales. IMBECIL— le grito.

— ¿y yo que sabía que ese noviecito tuyo, era tan…?

— anticuado— completo su frase.

— respetuoso, cualquier chico a esa edad lo único que quiere es eso, te lo digo por experiencia propia— dice sonriendo burlonamente

—ahora, está pensando en casarse y yo no quiero casarme— digo cruzándome de brazos.

— hola familia, llegue— dice rose entrando por la puerta.

— estoy aquí con la loca de tu prima— dice gritando y sentándose en el sofá del living.

— ¿Elissabet estas bien? Andrew me dijo que habías estado en enfermería. ¿No estarás embarazada o sí?

— ¿Qué le dio a todo el mundo ahora?— digo hablando sola y mirando al cielo, luego subo a mi habitación y cierro la puerta y la ventana.

Me lanzo a la cama y me pongo a pensar, por un lado, mis padres tuvieron un matrimonio feliz, bueno sin contar lo del abandono de Caroline, ellos eran felices casados, y siempre nos decían que saldríamos de la casa casados y no a vivirnos con nuestras parejas, en ese entonces no pensaba en chicos, solo pensaba en libros. Si yo antes leía muchos libros, pero luego de que me hice novia de Mike, los deje, y nunca los retome. Además toda mujer sueña con vestirse de blanco, Aunque la idea es graciosa porque la mayoría de las tipas que se casan de blanco, están más usadas que pasamanos de autobuses, cuando pequeña soñaba con casarme y que mi príncipe azul me esperara en el altar. 

Ahora sé que los príncipes azules nunca existieron, y puede que mi esposo sea un vampiro, ¿y si el amor se le acaba? ¿Y si ya no me quiere luego de casados? ¿Y si no quiere verme envejecer? Hay Dios, envejecer es mi mayor problema, él siempre seguirá así de guapo, y yo…y yo… yo seré una pasa, bueno quizás a los 50 no tenga arrugas porque no uso maquillaje, eso es un punto a favor, pero Edward se va a cansar de mí, se cansara y buscara a otra tipa, no quiero perderlo. No, pero tampoco quiero ser vampira, la idea de beber sangre humana no me gusta, y que no tendré nietos, o hijos ni nada, solo seremos Edward y yo, yo quiero ser madre, quiero pasar por ese hermoso proceso, y Aunque amo a Edward él nunca podrá darme eso. 

Mi miedo al matrimonio es que, he conocido a muchos amigos de mi papá, bueno en realidad a sus familias, y siempre los hijos viven con sus madres porque los padres, están divorciados. Estoy segura de mi amor por Edward, pero no sé si estar segura del amor que él siente por mí, y si solo quiere beber mí sangre. Hoy peleamos 2 veces, ¿y si con el matrimonio eso se multiplica? Además convivir sirve para conocerlo más, como sería vivir con él y todo eso, y si peleamos puedo buscar a alguien más. ~Hay por Dios ¿Elissabet te estás escuchando? ¿Es que acaso crees que cambiar de pareja es como cambiarse de ropa? NO~ Dice mi subconsciente, tiene razón, pero no quiero pensar en el matrimonio, no a los 19, quizás más adelante. Siento un golpe en la puerta

— no quiero ver a nadie— digo sin despegar mi cara de la almohada, siguen tocando. ¿QUÉ?— digo ahora despegando la cara de la cama.

— ¿Elissabet? soy yo, Ana— ¿Ana? ¿Qué rayos hace ella aquí?

— ¿hola?— digo abriendo la puerta, y veo que si es Ana, me sorprende, no ha cambiado nada. Claro que no va a cambiar tonta, es vampira.

— hola— dice sonriendo tímida

— ¿Qué haces aquí?

— oh lo siento, ¿molesto? Si quieres puedo venir mañana— dice dirigiéndose a la escalera.

— lo…lo siento, estoy algo alterada. Ven, pasa— digo haciendo espacio para que entre.

— wow, linda habitación— dice entrando.

— ustedes también tienen dinero, incluso más que mi familia.

— si, pero no tenemos tus diseños ni tu buen gusto— parece que decir halagos es de familia

— eh… gracias— digo tímida ahora.

— ¿has sabido algo de Edward? Es que vi que tomo el auto y se fue.

— eh… fue por mi culpa, siéntate— le indico mi cama.

— ¿Qué paso?, solo si quieres decirme. Sé que no hablábamos hace mucho, pero eres la única amiga que tengo— dice sonriendo a modo de disculpa.

— vaya que mucho tiempo, casi un año.

— si, es que… me fui de Londres y volví hace unos meses, y no había salido.

— ¿ni siquiera a la universidad?

— no, es que… estaba encerrada— dice en volumen bajo casi en un susurro.

— ¿encerrada? ¿Por qué?                                                

— porque me volví una “destripadora” por así decirlo— dice haciendo comillas con los dedos— por eso Taylor y Edward se fueron también, ellos fueron a buscarme.

— ¿y te encerraron para que no te escaparas o para que no te los comieras a ellos?

—no nada de eso— dice riendo— es que yo no tenía mis sentimientos en modo activo, los tenía en modo off

— no entiendo— digo haciendo una mueca

— verás cuando se es…— no dice la palabra, creo que es para que no la escuchen— tus emociones y todo lo que sentías cuando eras humano, se dobla o casi se triplica, por ejemplo, si tú eres enojona cuando humana, cuando vampiro eres el triple.

— ¿ok? ¿Continua…?

— cuando empiezas a sentir culpa, por haber matado tanta gente, es distinto a los humanos. Cuando vampiro, solo apagas tus sentimientos y quedas sin nada, así de simple.

— ¿y cómo sé que tú no sigues siendo así?

— porque ya me “rehabilite” ahora tengo sentimientos nuevamente, pero eso no fue por lo que vine, querías distraerme.

— eh…— digo riendo, y ella ríe conmigo— es que con Edward discutimos, porque él está pensando en el matrimonio.

— y tú no quieres.

— no es que no quiera, es solo que soy muy joven, para pensar en eso. Recién tengo 19 y Aun soy joven, quiero divertirme.

— ¿te puedo hacer una pregunta?

— sí, claro dime.

— ¿tú amas a mi hermano?

No hay comentarios.:

Publicar un comentario