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domingo, 19 de octubre de 2014

Capítulo 24~ RPL



~ Elissabet.

— Elissabet… lady…— dice besando mi cuello, y me produce un cosquilleo agradable

— ¿mmm?— digo Aun dormida

— ¿me amas?

— mmm

— ¿lo tomo como un sí o como un no?

— …mmm— digo aguantando la risa

— con que estas burlándote de mí— dice dejándome debajo de él, y yo abro poco a poco los ojos— ¿me amas?

— mmm— digo abriendo solo un ojo y manteniendo cerrado el otro

— te haré cambiar de opinión— dice dejando besos por mi cuello, mordisqueando el lóbulo de mi oreja

— eso se siente rico          

— mmm— dice bajando sus besos por mi cuello, llegando a mi clavícula, yo río porque me da cosquilla

— hazme tuya Edward— digo cerrando los ojos

Edward besa mis labios con una pasión desenfrenada, me desea tanto como yo a él, sus besos son mi perdición, y él lo sabe. Enredo mis manos en su cabello para intensificar el beso, y el mete su mano por debajo de mi camiseta, alboroto su cabello, y él se desespera tanto como yo, nuestras lenguas juguetean deseosas de probarse, siento un que algo se rasga, y me doy cuenta que es mi camiseta, los besos de Edward bajan a mis pechos y comienza a besarlos dulcemente dejando marcas en ellos de por medio, levanto su cabeza para poder encontrarme con su boca, y sus manos suben por mis piernas, sus grandes y fuertes manos, él tiene el pecho desnudo y su torso es fuerte clavo mis uñas en su espalda y hago que suelte un grito, me mira a los ojos y sus hermosos ojos verdes se oscurecen de lujuria, pasión y deseo. Se saca el pantalón y puedo ver a su amigo que está ansioso por hacer su jugada, él saca mi brasier dejando mis pechos sin nada, él los acaricia suavemente y yo me derrito un gemido sale de mis labios y él los vuelve a besar, lo necesito, sus besos bajan a mi estómago y sus manos siguen jugueteando en mis piernas, está torturándome.

— Edward… hazlo de una vez

— a su orden mi lady— dice bajando mi ropa interior y la suya por supuesto.

Se posiciona, me mira a los ojos, yo asiento y está a punto de entrar…

— ¡ELISSABET DESPIERTA! HOY ES TU BODA Y AUNSIGUES DURMIENDO— dice Lori golpeándome con una almohada… solo fue un sueño… un muy real sueño.

— ¿Por qué Aun no te levantas?— dice Ana llegando enojada

— porque… ¿estaba durmiendo?— digo frotándome los ojos con pereza

— ARRIBA AHORA, VETE AL BAÑO

— ES TU BODA, LEVANTATE ANTES QUE TE ARRASTRE DEL CABELLO— dice Caroline entrando también a mi habitación.

— ¿se pusieron de acuerdo para venir a gritarme?

—AHORA— me dicen todas al mismo tiempo

— ok, ya voy— digo intimidada y me voy al baño.

— tienes diez minutos, ni más ni menos o te sacare de ahí y sabes que lo haré— dice desde mi habitación.

Ellas me dan miedo, así que me meto a la ducha y abro el agua tibia, no quiero resfriarme ni quiero quemarme, hoy es el gran día, estoy algo emocionada y ansiosa… las mariposas han estado allí desde ayer y es algo extraña esa sensación, pero se siente lindo. ¿Y Edward? ¿Habrá regresado? ¿Estará nervioso como yo? TENGO MIEDO, ¿y si me deja plantada en el altar? No haría eso, puesto que fue él quien me pidió que nos casáramos, ¿no haría eso verdad?

— te quedan treinta segundos para salir de esa jodida ducha— dice Caroline desde el otro lado de la puerta.

Cierro la llave y envuelvo la toalla que saqué del armario, me miro en el espejo y me veo distinta, hay un brillo en mis ojos que indica que estoy muy ansiosa, CASADA… Elissabet Brown Casada, eso no me lo esperaba, sonríe tontamente y salgo del baño antes que Caroline cumpla lo que dijo de sacarme arrastrando, salgo del baño y voy a mi habitación, donde mi cama está ordenada y las chicas están alrededor del espejo con maquillaje en sus manos y todos los implementos, nunca creí que yo no quisiera maquillarme. Bueno siempre me hecho solo rímel y brillo más sombra ya que la base de maquillaje no me gusta, luego la piel se me arruga y no quiero eso.

— ponte la bata que está en tu cama— me dirijo a la cama y tomo la bata morada que está ahí, luego de ajustarla para que no se me vea nada miro a las chicas.

— ven a sentarte y deja que arreglemos tu cara para que te veas digna— dice Lori seria

— ¡Oye!— digo sintiéndome ofendida

— es broma, ven a sentarte— dice riendo junto con las chicas, me siento temerosa.

— ahora relájate y trata de no moverte

— no quiero base, mi cutis es perfecto tal y como es— digo con los ojos cerrados

— lo ven, les dije que no iba a querer— escucho la voz de Caroline y siento como cierran algo.

— ok, sin base, ahora cállate.

Siento como me ponen muchas cosas en la cara en un principio, luego siento como el sueño comienza a consumirme y termino sin darme cuenta de nada, hasta que me mueven para que abra los ojos.

— no estaba dormida

— no… solo que cuando cierras los ojos mágicamente comienzas a roncar

— yo no ronco

— Elissabet lamento ser yo quien te lo diga pero si roncas— la risa de Caroline se escucha

— es la posición de mi cabeza

— ajá si claro cómo no, abre los ojos de una vez por todas y admira nuestra obra de arte— poco a poco abro los ojos y me veo en el espejo… quedo sin palabras

— ¿y…?— dice Ana al ver que me quedo callada

— esto… es… wow… gracias— digo y siento como lagrimas empañan mi vista, mi cabello está recogido a los lados y todo lo otro está suelto, las ondas en él se ven muy lindas, como algunas partes de mi cabello tiene mechas rubias las dejaron más a la visual, mi cara está sin base pero pareciera como si tuviera ya que está totalmente limpia, mis pestañas largas y la sombra de ojos es dorada con otros toques de colores parecidos, mis labios están con un brillante color coral y me encanta.

— lo hicimos con mucho amor para nuestra chica— dice Caroline con los ojos brillantes, las lágrimas también están a punto de caer en sus ojos

— no lloren, porque si lloran me pondré a llorar— exclama Ana

— Elissabet no puedes llorar o se te moverá todo el rímel y la pintura de la cara

— cierto, nosotras podemos llorar, tú no— dice Lori riendo, pero también hay lagrimas asomándose en sus ojos.

— ¿Por qué lloran?

— porque mi hermana… de la que estuve… mucho tiempo… separada… se va a casar— dice emocionada

— porque la chica que odiaba antes y que ahora se ha vuelto indispensable en mi vida será feliz con el chico que ama— dice y lágrimas corren por sus mejillas

— porque mi prima rompecorazones se enamoró— dice aguantando las lagrimas

— porque me hubiera odiado por el resto de mi vida si te hubiese matado— dice Ana abrazándome.

— también las quiero chicas— digo sonriendo, pero no puedo llorar osino Lori me golpea.

— Vaya que chica tan linda se llevará mi hermano— dice Taylor entrando a la habitación— te ves preciosa cuñada

— ¡Taylor!— Digo corriendo a su brazos— ¿Dónde está Edward? Quiero verlo

— está con su traje arreglándose— sonríe y mira hacia atrás de mí, creo que mira a Caroline.

— ¿está en su habitación?— digo tratando de pasar.

— nop— dice agarrando mis hombros para evitar que salga— tú sigue arreglándote, Aunque ya te ves hermosa— dice acariciando mi mejilla— Señoritas— dice con una inclinación de cabeza— me retiro, tengo que ir a ayudarlo— dice sonriendo y saliendo.

— vale, ¿y ahora qué?

— tenemos que ir a vestirnos— dice Lori sonriendo y saliendo de la habitación también, creo que ella es la que está más ansiosa

— ¿Caro me ayudas con mi vestido?

— sí, deja traer mi vestido para vestirme aquí y vengo— dice corriendo fuera de la habitación.

— ¿estas ansiosa?— me pregunta Rose

— creo que nerviosa es una palabra más adecuada— digo riendo

— te vez muy bella— dice sonriendo— iré a buscar a m… mi chico y vuelvo

— primero cámbiate de ropa y llámalo por teléfono, tengo curiosidad de saber quién es

— vale— dice sonriendo y yendo a donde Andrew creo, una punzada en el pecho me clava.

— ¿Qué pasa pequeña?— dice al ver que mi sonrisa desaparece

— me hubiese gustado que Andrew viniera— digo triste

— ¿y si vamos a verlo?

— ¿Qué? No— digo rápidamente— tengo cosas más importantes que hacer

— ¿segura?

— sí, ahora déjame vestirme— le digo riendo— la novia tiene que estar lista

— de hecho la última que debe estar lista es la novia

— eh… lo sé— digo riendo con ella

— vale, me iré a arreglar entonces— dice abrazándome

— gracias— le susurro en el oído, ella al separarse me sonríe y sale de la habitación, donde segundos después entra Caro con 2 protectores de ropa en la mano, donde deben estar los vestidos.

— listo— me sonríe— éste es tuyo— dice pasándome el protector que esta pesado

— nunca te vi tan emocionada por una boda— digo riendo

— Taylor me dijo que le gustaría ir como mi pareja en la boda— dice sacando su vestido, es hermosos de color plateado.

— ¡GENIAL!— digo saltando de emoción con ella, me gusta verla feliz

— ponte el vestido aquí, yo iré al baño— dice entrando al baño

Me quedo sola en mi habitación, saco el vestido del empaque y lo veo, es hermoso parece de princesa, tiene flores cruzadas en el pecho y un solo hombro, en la parte de abajo es ancho Aunque no tan exagerado, es perfecto. Me desvisto, y me pongo el vestido, me pongo frente al espejo y me encanta como me veo, Aunque no alcanzo el cierre, me estiro lo que más puedo y no alcanzo. Siento como lo suben por mí, miro en el espejo y es… Andrew, quedo en shock, no sé qué decir.

— te ves hermosa, hermanita— dice mirándome en el espejo, yo me doy vuelta y lo enfrento, está vestido con traje se ve muy guapo… y se me forma un nudo en la garganta, aquí vienen las lágrimas.

— también te ves guapo— digo sin saber que decir, él abre sus brazos para darme un abrazo, yo dudo en un principio pero lo extrañé demasiado, me tiro a sus brazos y me pongo a llorar emocionada.

— perdón por todo lo que dije, me arrepiento con toda mi alma, perdón— dice acariciando mi cabeza.

— Te extrañé grandote— digo separándome de él— dime que no se me corrió el maquillaje— digo preocupada

— no, sigues igual de hermosa, tú piel blanca, tus ojos color chocolate, tu cabello rubio en las puntas, estas bellísima—  dice sonriendo de lado con su sonrisa típica.

— ¿Cómo supiste que me casaba hoy?

— no gracias a ti— dice riendo— mis cuñados me fueron a ver anoche y me hicieron entrar en razón.

— ¿durmieron allá?

— sí.

— owww ya se arreglaron— dice entrando Caroline con el vestido, se ve hermosa…toda una Brown

— también debo pedirte perdón a ti— dice al verla— por cierto te ves sexy— dice riendo

— está todo perdonado, ¿vendrás a la boda?

— no, me vestí con este traje porque me gusta cómo me veo.

— tonto— dice golpeando su hombro.

— nuestra hermana se ve preciosa— dice mirándome con Caroline

— es una Brown

— quiero verlo— y al decirlo siento como se me va el color a la cara

— falta poco hermanita

— hay que ponerte el velo— dice sacándolo del protector donde venía el vestido— mmm listo ya quedo— dice terminándolo de ajustar.

— ¿Cómo me veo?— digo mirándome al espejo

— como muñequita de pastel— dice riendo

— gracioso— digo mirándome al espejo, Aun no puedo creer que me voy a casar

— es hora de irnos chicos— dice Taylor entrando por la puerta, viene vestido de gala igualmente y se ve sexy

— te ves sexy— digo riendo

— tú te ves pasable— dice girándome

— gracias— digo riendo

— soy Taylor Lowell y seré su chofer hasta la iglesia

— ¿no que los vampiros no pueden entrar a la iglesia?

— podemos pero es bajo nuestro propio riesgo— cuando habla, veo que Taylor la mira maravillado, sus ojos le brillan. Está enamorado de ella

— oh… ¿ya nos vamos?

— si, el auto nos espera, ya todos se fueron— dice tomando sus llaves

Con los chicos salimos de la habitación y bajamos la escalera, ya queda cada vez menos para ser la Señora Lowell, sonrío ante ese pensamiento, salimos de la casa y pienso que cuando vuelva ya no seré soltera, seré la señora de Edward Lowell. Nos subimos al auto y nos vamos bromeando todo el camino, Caroline se va de copiloto y veo como le lanza miradas a Taylor de reojo, él también lo hace y sonrió porque sé que ellos volverán a estar juntos. Sin darme cuenta ya estamos en la iglesia, una chica corre adentro y no entiendo para qué, los chicos bajan del auto y Taylor se saca los lentes, abre mi puerta y me tiende la mano.

— ¿lista futura señora Lowell?— dice sonriendo, no ha parado de sonreír todo el día, me pregunto si es por Caroline

— sí— sonrío nerviosa, me bajo del auto y veo como está Ana tomada del brazo de Andrew, vaya todos terminaran con pareja.

Veo a muchas personas, la mayoría son amigos de mis padres, otros son familiares lejanos y otros amigos de la universidad, miro en una dirección y está Alexander, se ve muy lindo con traje, se cabello rubio esta desordenado, nunca pudo peinárselo. Me mira a los ojos y veo algo de tristeza en sus ojos, esperen… él me vio morir… ¿Cómo puede…estar aquí? Taylor se va al lado de Caroline y ella lo toma del brazo encantada, me cierra un ojo y yo me rio. 

Siento una presencia a mi lado y veo que es Andrew, me ofrece su brazo, pero Aun no veo a Edward, mucha gente me impide verlo. Todos los que están fuera de la iglesia entran, y escucho como dicen que me veo muy linda, lo sé soy sexy. Me rio y ya cuando todos han entrado miro a Andrew. Él me mira y yo siento, ya es hora.

— te juro que si me caigo, te castraré— le digo medio en broma, medio seria. Escucho como se ríe.

Comenzamos a caminar, y la canción nupcial de bodas comenzó a sonar, siempre odié esa canción, hubieran puesto “a thousand years” esa canción es hermosa, bueno en fin… miro al altar… y ahí está él. Tan perfecto como siempre, su sonrisa demuestra nerviosismo y me mira a los ojos, sus hermosos ojos verdes Aun los recuerdo como el primer día que nos vimos, cuando me salvó de esos patanes. Al verlo por primera vez nunca pensé que llegaríamos a casarnos, a lo máximo pensé que estaría dos o tres noches con él, pero estoy aquí a minutos de dejar de ser Elissabet Brown para comenzar a ser Elissabet De Lowell, estoy emocionada, ansiosa y veo todas las caras de felicidad en los invitados.

Veo a Taylor con Caroline, a Lori con un chico rubio que creo haber visto con Caroline antes, y veo a Rose con… oh shet, es Mario. ¿Qué hace él aquí? ¿Estará con Rose? ¿La querrá o es solo por venganza? Trato de apartar esos pensamientos, y fugazmente aparece un pensamiento de “¿y si él viene a impedir nuestra boda?”. Estoy al frente de Edward, ya hemos llegado, él me mira y yo lo miro de la misma manera, me sonríe y esa sonrisa me encanta, nunca dejará de gustarme.

— cuida bien a mi hermana Lowell o te romperé todos los huesos de vampiro, si no— dice entregando mi mano a la de él.

— te podría decir lo mismo sobre Ana— ríe Edward.

— touché— dice riendo, y se va a sentar a un lado de Ana.

— bueno hermanos, hoy nos hemos juntado para juntar en santo matrimonio a ésta linda pareja, Edward Aaron Lowell y Elissabet Elena Brown Payne— comienza el sacerdote— ustedes han venido a esta Iglesia para que el Señor fortalezca su amor en presencia del ministro de la Iglesia y de esta comunidad. Cristo bendice abundantemente este amor. Él los ha consagrado a ustedes en el bautismo y ahora los enriquece y los fortalece por medio de un sacramento especial para que ustedes asuman las responsabilidades del matrimonio en fidelidad mutua y perdurable.

El sacerdote dice que nos sentemos, nosotros tenemos que hincarnos frente al altar, y la misa comienza, hacen las lecturas, luego del evangelio el sacerdote hace la reflexión y es muy hermosa, Edward no suelta en ningún momento mi mano y eso me da fortaleza, luego de que la reflexión termina, el sacerdote dice que nos levantemos.

¿Han venido aquí libremente sin reservas para darse uno al otro en matrimonio?

— sí— decimos ambos

— ¿Se amarán y se honrarán uno al otro como marido y mujer por el resto de sus vidas?

— sí— sonreímos mientras nos miramos

— ¿Aceptarán a los hijos que Dios les manda y los educarán de acuerdo con la ley de Cristo y de su Iglesia?

— sí

— sí

— Bueno, entonces los invito a dar su consentimiento, tómense de las manos y comiencen— dice el sacerdote que es de edad mayor parece agradable.

— Yo Edward Lowell te tomo a ti Elissabet Elena Brown Payne, pretendo cuidarte, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, en el bien y en el mal, prometo amarte hasta el fin de nuestros días y juro serte fiel osino tu hermano me mata— y siento como todos se ríen.

— Yo Elissabet Brown te tomo a ti Edward Aaron Lowell, pretendo amarte y cuidarte, serte fiel en las alegrías y en las penas, en la justicia y en las injusticias, en las desgracia y en la fortuna, amarte sobre todas las cosas, hasta que la muerte nos separe— ambos nos reímos, por nuestra broma privada.

— ¿Edward Aaron Lowell aceptas a Elissabet Elena Brown Payne como tu esposa? ¿Prometes serle fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, amarla y respetarla todos los días de tu vida?

— sí, acepto— dice mirándome a los ojos

— ¿Elissabet Elena Brown Payne aceptas a Edward Aaron Lowell como tu legitimo esposo? ¿Prometes serle fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, amarlo y respetarlo todos los días de tu vida?

— sí, acepto— cuando lo digo me siento muy feliz, Edward da un apretón muy suave en mis manos.

— Ustedes han declarado su consentimiento ante la Iglesia. Que el Señor en su bondad fortalezca su consentimiento para llenarlos a ambos de bendiciones. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre— dice poniendo sus manos en nuestros hombros, a lo que todos responden “Amén”— Que traigan los anillos— dice el sacerdote, y nuestro padrinos de boda se acercan, es decir, Taylor Y Caroline— Que el Señor bendiga estos anillos— dice haciendo una cruz sobre ellos— que se han dado el uno al otro como signo de su amor y fidelidad.

— Amén

— Señor, bendice estos anillos que nosotros bendecimos en tu nombre. Concede a los que los usen que siempre tenga fe profunda del uno al otro. Que hagan tu voluntad y siempre vivan unidos en paz, buena voluntad y amor. Te lo pedimos por Cristo Nuestro Señor

— Amén

— Señor, bendice y consagra a Elissabet y a Edward en su amor entre sí. Que estos anillos sean un símbolo de fe verdadera entre ellos, y recuérdales siempre de su amor. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor

— Amén.

— es hora de intercambiar los anillos— dice a la asamblea, Edward toma un anillo.

— Elissabet, recibe este anillo como signo de mi amor y de mi fidelidad. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo— dice poniendo el anillo en mi dedo anular, tomo yo un anillo y se viene mi turno

— Edward, Acepta este anillo como signo de mi amor y de mi fidelidad. En el nombre del padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

— ¿hay alguien que por alguna razón quiera impedir que estos dos tortolos se casen?— miro nerviosa a la asamblea, y ruego en silencio para que no sea así— Bien, si nadie se opone, bajo la mirada de Dios, yo los declaro Marido y Mujer. Puede besar a la novia.

Edward sonríe como un niño de cinco años, suelta mi mano y la posa en mi cintura, se acerca lentamente a mí, nuestros alientos rozan entre sí y me produce un cosquilleo en el estómago, es increíble que Aun estando muerta sigan apareciendo esas mariposas, siento como me levanta el velo, y puedo verlo más claramente, él sonríe, sus labios rozan los míos primero, y luego cuando yo sonrío, él me besa tierna, dulce e inocentemente, al separarnos escuchamos como todos aplauden, miro a todo el mundo. Al fin, soy la Señora Lowell.

— ¿escuchaste? Esto es para siempre— dice susurrando en mi oído, yo sonrío.

Bajamos del altar y salimos por la alfombra a la salida, donde están los chicos, al salir todos nos tiran arroz, estoy feliz, soy una mujer casada con el hombre más perfecto del mundo, todos se acercan a felicitarnos y siento que la mano de Edward me suelta, lo veo y está siendo abrazado por todo el mundo, me abrazan personas que no había visto en toda mi vida, pero me felicitan y yo les doy las gracias, creo que es hora de que luego de dar tantos abrazos, vayamos a nuestra fiesta. Siento como alguien toma mi mano, miro y es Alexander, oh Dios.

—te ves preciosa Elissabet— dice tomando mis manos

— gracias, también te ves preciosa

—¿no será precioso?

— nop, te ves preciosa— digo riendo, y él me atrae hacia él para darme un abrazo

—cuando me contaron que estabas viva… no quise creerlo, luego me dijeron en lo que te habías convertido, me reí ante esa idea tan absurda, pero ahora te veo… tu piel pálida, tu cabello más brillante de lo normal, cualquier persona no se daría cuenta… pero el chico que te ama… se da cuenta hasta si cambias de peinado— dice abrazándome

— ¿me odias?

—¿odiarte? ¿Por qué tendría que hacerlo?

— por no decirte la verdad

—no sé si te hubiese creído si me hubieses contado, es mejor así.

— gracias, te quiero— digo volviendo a abrazarlo

—yo te amo— dice en mi oído, él se separa de mí y veo que va a abrazar a Edward, éste lo mira con recelo y al final ambos se abrazan.

— hola guapa— dice alguien en mi oído, me doy vuelta y me encuentro con una tez morena, unos ojos cafés y un smoking de un chico alto… hoy definitivamente es mi día de suerte, es Mario.

— hola— es lo único que sale de mis labios

— te diría que estas preciosa, pero ya todo el mundo te lo ha dicho— dice encogiéndose de hombros

— pues sí, es la ventaja de ser yo— y ambos nos reímos

— ahora… estoy… con Rosalie, tu prima

— ¿ya son novios?

— algo así— dice haciendo una mueca

— le rompes el corazón y te mato

— creo que ella me mataría primero— dice pasándose las manos por su cabello

— ¿la quieres?

— desde el primer momento en que la vi

— les deseo lo mejor… primo— él me abraza, y me alegro que ya no esté esa tensión, es bonito no sentirte incomoda.

— gracias, y felicidades— dice alejándose y tomando por la cintura a Rose para luego depositar un beso en su cuello, ella se da la vuelta y ambos se besan.

— Lady, tenemos que irnos— dice Edward en mi oído, sonrío al sentir su aliento en mi oído

— ¿muchos abrazos?

— es la ventaja de ser tan sexy— se encoge de hombros y luego ríe, me tiende su mano, para poder subirnos a su volvo, la tomo y él me mira a los ojos, un brillo aparece en ellos… y siento algo dentro de mi… cuando tomé su mano, lo supe. Esa era la pieza que me faltaba, mi cuerpo y mi alma… al fin estaban completas. Ya no era necesario, seguir buscando a nadie más.

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