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sábado, 18 de octubre de 2014

Capítulo 6~ RPL



Luego de llevar a comer a Elissabet y hacerla reír para que mejorara su humor, la llevé a casa ya que tenía que hablar con Ana, tengo que tratar que vuelva a ser normal. Nos subimos al coche y nos fuimos cantando y riendo, me encanta verla sonreír… eso me da motivos para seguir soportando la vida de vampiro. Una vez que la deje en su casa y… por muchos intentos de raptarla para llevarla a vivir conmigo por siempre, no pude. Así que la dejé en su casa y me fui a la mía. Abrí la puerta de la casa, colgué mi chaqueta y bajé al sótano para hablar con Ana.

— hola— dije abriendo la puerta

— ¿Qué?— me contesta fría

— linda ropa— ¿cómo se la cambió? Quizás Taylor le trajo ropa nueva, me senté a su lado y ella rápidamente se apoyó en el muro

— gracias

— ¿te la dio Taylor? — pregunté

— ¿y a ti qué?

— oye sé que…—esto es difícil, desordené mi cabello, es frustrante hablar con alguien sin sentimientos— mira, sé que en algún lugar de tu cuerpo, todavía queda algo bueno.

— ¿Por qué crees eso?— me preguntó, sus pensamientos eran… extraños

— hay algo en tus ojos, sé que no eres tan cruel como aparentas

— ¿no tienes otras cosas que hacer? ¿Estar con tu noviecita, por ejemplo?

— no, ya le he ido a dejar a su casa, ¿Por qué no vuelves a ser como antes? — sé que quería desviarme del tema

— ¿para qué?

— porque yo soy el sádico, el malo, el cruel. No tú— bueno…. Ya no soy tan así

— ¿Temes que te haga competencia?—contestó burlesca

— Ana, por favor.

— ¿por favor que, Edward? Estoy muy bien así.

— ¿encerrada?

— no hermanito— dijo sarcástica— sin sentimientos, no quiero estar como tú o Taylor.

— ¿y cómo estoy yo?

— enamorado, se nota a millas. Babeas por esa chica— ¿de verdad?

— es que ella es…tan distinta— digo pensando en su sonrisa, su cabello, sus ojos… su personalidad tan… impulsiva— ella es la que le da vida a mi mundo, es mi todo. Ella es como mi respiración, si ella me dejara, no tendría sentido vivir. Ella me completa, con ella me siento amado. Y daría lo que fuera para que sonriera— contestó como idiota enamorado, ella camina lentamente… como una presa que se acerca a su cazador, se sienta a mi lado

— ¿y si alguien se propusiera a separarlos qué harías?

— haría todo lo posible, para que ella este conmigo, nunca la dejaría sola, y sé que ella a pesar de que se muestra fuerte, tiene miedo de que alguien más la abandone. No quiere perder a nadie más, ya perdió a sus padres, ahora a su hermana y no creo que soporte la pérdida de alguien más, siempre la cuidare

— ¿y si Alisson regresara y cobrara su venganza? — sí tan sólo supiera

— ¿porque me preguntas todo esto?— leí sus pensamientos… una imagen de ella aparece… está hablando con una chica que está de espaldas y no logro ver su cara

— no quiero que mi cuñada sufra— dice sonriendo… falsamente

— ¿a qué te refieres?

— Edward, todo este tiempo encerrada acá, me he dado cuenta de todo lo malo y todo el daño que he hecho, sé que debes pensar que estoy actuando, pero no. De verdad, estoy muy arrepentida y espero puedas perdonarme— me mira con sus ojos azules… la veo tan indefensa y arrepentida

— Ana, sabes que te quiero mucho, pero no puedo creerte.

— dame una oportunidad

— Ana…

— todos merecen una segunda oportunidad— vuelve a mirarme con esa cara como cuando éramos niños… no puedo negarle nada con esa cara

— no la desperdicies

— eso quiere decir que…

— si Ana, te creo, creo que has cambiado y dudo que quieras hacerle daño a alguien, sé que mi hermanita nunca haría algo que nos lastimara— le acarició la barbilla y tomo su mano para llevarla a mi corazón

— gracias— me contesta y siento como repentinamente sus brazos me rodean para abrazarme… no sé cómo reaccionar ante eso, así que le devuelvo el abrazo… torpemente— ¿Edward?

— ¿sí?— me aparto de ella… su cabello rubio le tapa un ojo

— te quiero

— ya no te pongas cursi— no voy a llorar, no voy a llorar. Ella se ríe— ahora vamos, a la cocina, tengo un par de bolsas con sangre a positivas— le digo sonriéndole

— ¿desde cuándo tomas sangre envasada?

— Bueno…— me rasco la cabeza

— Oh claro… Elissabet, ¿verdad? — yo asiento riendo— ¿crees que es seguro que vuelva a beber tan pronto?— me pregunta

— ¿Prefieres comer del mismo conejo que Taylor?— le contestó riendo, ella sólo quiere beber sangre

— sí, creo que la a positiva es rica.

— lo mejor para mi hermana— beso su cabeza— ¿vamos?— me levanto y le ofrezco mi mano

— si— me sonríe, toma mi mano y nos dirigimos a la cocina

~ Elissabet.

Entro a la casa, y me deslizo por la puerta, a pesar de que ha sido un día muy lindo junto a Edward, no he podido olvidar las palabras de Caroline, la extraño, extraño su odio por la ropa, extraño que no le guste ir de compras, extraño nuestras conversaciones a altas horas de la noche, incluso extraño nuestras peleas. ¿Por qué Caroline? ¿Por qué me olvidaste? ¿Por qué me odias?, lanzo la cabeza hacia atrás, y me pongo a llorar, la extraño mucho, y no sé qué voy a hacer, no quiere verme, tiró todas las fotos de nuestras vacaciones juntas, y dice que engañe a Mario con Taylor, por favor Mario, es… un perro, y nunca podría involucrarme con él, a pesar de que en un principio lo encontré muy lindo, ya no me pasa nada de eso, ahora mi mente y mi corazón, piensan a cada segundo en Edward, Mi Edward, cuando cierro los ojos, veo sus ojos esmeraldas, veo su hermosa sonrisa, y sus adorables pucheros, veo a un hombre que sufrió mucho, pero que necesita de amor, y no lo defraudare, lo amo y nunca lo dejaría, aunque no le he dicho que lo amo porque… no sé es extraño, sé que a pesar de que es un vampiro sus sentimientos que lo hacían humano siguen ahí, y a eso me aferro, sé que me ama, y sé que yo lo amo a él, amo cada minuto con él, y no sé qué haría si él me abandonara. 

Limpio mis mejillas ya que no quiero seguir llorando, si Caroline me odia y me quiere lejos, perfecto. Yo no le ruego a nadie, Aunque la voy a extrañar, sé que podré superar esto, como he superado todo lo demás. Me levanto y voy a la cocina, me sirvo un poco de leche y subo a mi habitación, al pasar por el pasillo, veo que la puerta de la habitación de Caroline esta entreabierta, y una punzada de dolor inunda mi pecho, decido no hacerle caso y cierro la puerta, camino hasta mi habitación y veo en el reloj de mi velador que son las diez de la noche, mañana tengo universidad, tengo que recuperar todas las clases que he perdido, y saber que voy a estar sin Caroline, me deprime pero aparto esa idea de la cabeza, voy a mi armario y busco mi pijama, quiero algo que me abrigue, tengo mucho frio, veo que hay pijamas, verdes, azules y uno rosado que me encanta, decido ponerme el rosado, me voy al baño a cepillar mis dientes, me miro en el espejo, y no me reconozco tengo bolsas bajo los ojos, y mi pelo esta desordenado, no entiendo cómo puede Edward quererme así. 

Cepillo mi cabello, y escucho como abren la puerta de la entrada, han de ser Rosalie y Andrew, Aunsigo enojada con Rosalie, pero necesito a alguien en este momento, y sé que ella siempre estará para mí, así que no es justo que siga enojada, además Taylor no ha hablado conmigo sobre Caroline, en realidad no ha hablado conmigo, tenemos que pasar un tiempo de calidad de mejores amigos, escucho las risa de Rosalie y Andrew, y decido que tengo que bajar, deben tener hambre así que tengo que prepararles algo de comer, dejo el cepillo en el baño, cierro la puerta de mi habitación y bajo las escaleras, veo que Andrew y Rose están viendo televisión, como los extrañe, necesito de mi familia, y necesito sentirme querida.

— hola— digo entrando a la sala.

— hola— dicen sonriéndome, Aunque Aunveo una chispa de enojo desde Rose, no me importa, quiero abrazarla, así que corro en su dirección y la abrazo fuertemente.

— ¿estás bien?— dice devolviéndome el abrazo impactada.

— no volvamos a pelear nunca— le susurró al oído

— ¿segura que estas bien?— dice ahora separándose de mí y mirándome extrañada.

— ¿acaso no puedo abrazar a mi prima?

— ¿pues…si?— dice insegura

— ¿quieren algo de comer? ¿O ya comieron algo?

— yo tengo hambre de un pastel— dice sonriendo como un niño pequeño.

— Andrew son las diez de la noche, no te hare un pastel a esta hora— digo cruzándome de brazos y riendo junto con Rose, mientras Andrew me hace carita de cachorro.

— ¿Por qué?

— porque el pastel demora 2 horas en hornearse y terminare muy tarde, además mañana tenemos universidad.

— ¿Desde cuándo te importa la universidad?— dice incrédulo

— pues desde ahora, creo— digo riendo

— huy si hablando de universidad, yo también quiero ir.

— prima tienes veinte años, ¿no crees que estas muy vieja?— dice riendo

— tú tienes veintiséis y vas a la universidad.

— Corrección veinticinco, los veintiséis los cumplo en dos semanas— dice mirándola con cara de *no me molestes*

— bueno, no importa prima de verdad quiero ir a la universidad— dice sonriéndome

— ni que me estuvieras pidiendo permiso— digo riendo— claro que tienes que ir a la universidad— digo sonriéndole y ella me devuelve la sonrisa— ¿ams Andrew?

— ¿Si?— dice sin despegar los ojos de la pantalla del televisor

— quiero elegir otra carrera— digo susurrando

— ah buen… ¿Qué?— dice dando vuelta la cabeza lentamente.

— esquenomegustaylosabesnuncasemehadadobien. Perdón— digo hablando rápidamente que apenas yo me entiendo

— yo no tengo hambre, me voy a dormir— dice Rose incomoda despidiéndose de mí y Andrew y subiendo la escalera rápidamente.

— me puedes repetir lo que me dijiste pero lento, por favor— dice y apaga el televisor, para mirarme fijamente.

— no me gusta medicina, y nunca me ha gustado. No se me da, no soporto ver la sangre fuera del cuerpo, me da asco y no quiero ser doctora— digo con la mirada baja— sé que debo de decepcionarte, pero…

— si estoy muy decepcionado— dice mirándome seriamente— pero no porque quieras cambiar de carrera, porque no fuiste capaz de hacerlo antes, ni de tener la suficiente confianza de decirme que esa carrera nunca te gustó

— quería que se sintieran orgullosos de que fuera doctora— digo apenada.

— pequeña, siempre estaremos orgullosos de ti. Nuestros padres estarían orgullosos de la chica que eres hoy— dice levantando mi cabeza, para que lo mire.

— ¿de qué estarían orgullosos? ¿De una chica que ya ha pasado por la mayoría de las camas en Londres? ¿O de la chica, que está saliendo con un muerto? No espera, ya de la chica que le mintió a su hermana y ahora ella la odia. ¿De cuál de todas esas están orgullosos?, porque si yo fuera mis padres ya me hubiera internado.

— ELISSABET YA BASTA, SI NO QUIERES ESTUDIAR NEUROLOGÍA PERFECTO. TIENES QUE SER FELIZ EN LO QUE HAGAS, ASÍ QUE BASTA DE AUTO COMPADECERTE— dijo parándose y mirándome serio.

— primero que todo no me grites, segundo no me estoy auto compadeciendo odio que la gente sienta lastima por mí, y tercero yo no sirvo para nada.

— no terminaremos nunca esta discusión, yo solo quiero decirte que siempre podrás contar conmigo— dice poniendo su mano en mis hombros.

— gracias— digo y lo abrazo hundiendo mi cabeza en su pecho, y me largo a llorar.

— shht— dice acariciando mi cabello suavemente— tranquila, saca todo lo que tienes dentro.

— hermanito.

— ¿si pequeña?

— te quiero…mucho— digo apartándome un poco de él.

— yo no, porque no me quieres hacer mi pastel— dice enfurruñándose.

— prometo que mañana te hago uno, ¿vale?

— siiii— dice brincando como un conejito.

— podría hacerme millonaria, más de lo que soy si subiera esto a youtube— digo pensando

— no— dice dejando de saltar rápidamente y colocándose serio.

— aguafiestas— digo sacándole la lengua.

— siempre— dice sacándome la lengua también— oye hablando en serio, ¿Qué carrera quieres?

— mmm, no lo sé. Sabes que siempre se me ha dado bien lo que tiene que ver con tecnología.

— es cierto, siempre arreglabas las cosas electrónicas en casa— dice sonriendo

— creo que estudiare algo que tenga que ver con ingeniería electrónica

— mientras tú seas feliz, yo lo seré— dice besando mi cabeza

— gracias— digo abrazándolo— bueno me voy a dormir, estoy cansada

— oye, ¿Qué paso con Caroline?

— ¿Por qué?

— cuando la fui a ver hoy, me miro con odio y dijo que no me acercara a ella, y que tú tampoco lo hicieras

— hoy dijo que me odiaba, porque según ella la había empujado por las escaleras y había engañado a Mario con Taylor

— ¿Qué?— dijo casi gritando— ¿Por qué piensa eso?

— no lo sé, pero me dolió mucho.

— ¿quieres hablar de eso?

— no— digo sonriéndole sin ganas.

— ¿segura?

— sí, estoy cansada

— bueno, entonces descansa— dice besando mi cabeza otra vez— que amanezcas bien y que sueñes con los angelitos

— hace tiempo que no escuchaba eso

— lo sé— dice sonriéndome— descansa

— tú también— digo besando su mejilla y subiendo la escalera.

Al llegar a mi habitación, cierro la ventana y las cortinas, me acuesto y hago algo que hace mucho tiempo no hacía, rezo para que Caroline recupere su memoria, y poco a poco mis ojos comienzan a cerrarse, y en mis sueños veo ojos verdes y cabellos rubios.

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