Luego de llevar a comer a Elissabet y hacerla reír
para que mejorara su humor, la llevé a casa ya que tenía que hablar con Ana,
tengo que tratar que vuelva a ser normal. Nos subimos al coche y nos fuimos
cantando y riendo, me encanta verla sonreír… eso me da motivos para seguir
soportando la vida de vampiro. Una vez que la deje en su casa y… por muchos
intentos de raptarla para llevarla a vivir conmigo por siempre, no pude. Así
que la dejé en su casa y me fui a la mía. Abrí la puerta de la casa, colgué mi
chaqueta y bajé al sótano para hablar con Ana.
— hola— dije abriendo la puerta
— ¿Qué?— me contesta fría
— linda ropa— ¿cómo se la cambió? Quizás Taylor le
trajo ropa nueva, me senté a su lado y ella rápidamente se apoyó en el muro
— gracias
— ¿te la dio Taylor? — pregunté
— ¿y a ti qué?
— oye sé que…—esto es difícil, desordené mi
cabello, es frustrante hablar con alguien sin sentimientos— mira, sé que en
algún lugar de tu cuerpo, todavía queda algo bueno.
— ¿Por qué crees eso?— me preguntó, sus
pensamientos eran… extraños
— hay algo en tus ojos, sé que no eres tan cruel
como aparentas
— ¿no tienes otras cosas que hacer? ¿Estar con tu
noviecita, por ejemplo?
— no, ya le he ido a dejar a su casa, ¿Por qué no
vuelves a ser como antes? — sé que quería desviarme del tema
— ¿para qué?
— porque yo soy el sádico, el malo, el cruel. No
tú— bueno…. Ya no soy tan así
— ¿Temes que te haga competencia?—contestó
burlesca
— Ana, por favor.
— ¿por favor que, Edward? Estoy muy bien así.
— ¿encerrada?
— no hermanito— dijo sarcástica— sin sentimientos,
no quiero estar como tú o Taylor.
— ¿y cómo estoy yo?
— enamorado, se nota a millas. Babeas por esa
chica— ¿de verdad?
— es que ella es…tan distinta— digo pensando en su
sonrisa, su cabello, sus ojos… su personalidad tan… impulsiva— ella es la que
le da vida a mi mundo, es mi todo. Ella es como mi respiración, si ella me
dejara, no tendría sentido vivir. Ella me completa, con ella me siento amado. Y
daría lo que fuera para que sonriera— contestó como idiota enamorado, ella
camina lentamente… como una presa que se acerca a su cazador, se sienta a mi
lado
— ¿y si alguien se propusiera a separarlos qué
harías?
— haría todo lo posible, para que ella este
conmigo, nunca la dejaría sola, y sé que ella a pesar de que se muestra fuerte,
tiene miedo de que alguien más la abandone. No quiere perder a nadie más, ya
perdió a sus padres, ahora a su hermana y no creo que soporte la pérdida de
alguien más, siempre la cuidare
— ¿y si Alisson regresara y cobrara su venganza? —
sí tan sólo supiera
— ¿porque me preguntas todo esto?— leí sus
pensamientos… una imagen de ella aparece… está hablando con una chica que está
de espaldas y no logro ver su cara
— no quiero que mi cuñada sufra— dice sonriendo…
falsamente
— ¿a qué te refieres?
— Edward, todo este tiempo encerrada acá, me he
dado cuenta de todo lo malo y todo el daño que he hecho, sé que debes pensar
que estoy actuando, pero no. De verdad, estoy muy arrepentida y espero puedas
perdonarme— me mira con sus ojos azules… la veo tan indefensa y arrepentida
— Ana, sabes que te quiero mucho, pero no puedo
creerte.
— dame una oportunidad
— Ana…
— todos merecen una segunda oportunidad— vuelve a
mirarme con esa cara como cuando éramos niños… no puedo negarle nada con esa
cara
— no la desperdicies
— eso quiere decir que…
— si Ana, te creo, creo que has cambiado y dudo
que quieras hacerle daño a alguien, sé que mi hermanita nunca haría algo que
nos lastimara— le acarició la barbilla y tomo su mano para llevarla a mi
corazón
— gracias— me contesta y siento como
repentinamente sus brazos me rodean para abrazarme… no sé cómo reaccionar ante
eso, así que le devuelvo el abrazo… torpemente— ¿Edward?
— ¿sí?— me aparto de ella… su cabello rubio le
tapa un ojo
— te quiero
— ya no te pongas cursi— no voy a llorar, no voy a
llorar. Ella se ríe— ahora vamos, a la cocina, tengo un par de bolsas con
sangre a positivas— le digo sonriéndole
— ¿desde cuándo tomas sangre envasada?
— Bueno…— me rasco la cabeza
— Oh claro… Elissabet, ¿verdad? — yo asiento
riendo— ¿crees que es seguro que vuelva a beber tan pronto?— me pregunta
— ¿Prefieres comer del mismo conejo que Taylor?— le
contestó riendo, ella sólo quiere beber sangre
— sí, creo que la a positiva es rica.
— lo mejor para mi hermana— beso su cabeza—
¿vamos?— me levanto y le ofrezco mi mano
— si— me sonríe, toma mi mano y nos dirigimos a la
cocina
~ Elissabet.
Entro a la casa, y me deslizo por la puerta, a
pesar de que ha sido un día muy lindo junto a Edward, no he podido olvidar las
palabras de Caroline, la extraño, extraño su odio por la ropa, extraño que no
le guste ir de compras, extraño nuestras conversaciones a altas horas de la
noche, incluso extraño nuestras peleas. ¿Por qué Caroline? ¿Por qué me
olvidaste? ¿Por qué me odias?, lanzo la cabeza hacia atrás, y me pongo a
llorar, la extraño mucho, y no sé qué voy a hacer, no quiere verme, tiró todas
las fotos de nuestras vacaciones juntas, y dice que engañe a Mario con Taylor,
por favor Mario, es… un perro, y nunca podría involucrarme con él, a pesar de
que en un principio lo encontré muy lindo, ya no me pasa nada de eso, ahora mi
mente y mi corazón, piensan a cada segundo en Edward, Mi Edward, cuando cierro
los ojos, veo sus ojos esmeraldas, veo su hermosa sonrisa, y sus adorables
pucheros, veo a un hombre que sufrió mucho, pero que necesita de amor, y no lo
defraudare, lo amo y nunca lo dejaría, aunque no le he dicho que lo amo porque…
no sé es extraño, sé que a pesar de que es un vampiro sus sentimientos que lo
hacían humano siguen ahí, y a eso me aferro, sé que me ama, y sé que yo lo amo
a él, amo cada minuto con él, y no sé qué haría si él me abandonara.
Limpio mis
mejillas ya que no quiero seguir llorando, si Caroline me odia y me quiere
lejos, perfecto. Yo no le ruego a nadie, Aunque la voy a extrañar, sé que podré
superar esto, como he superado todo lo demás. Me levanto y voy a la cocina, me
sirvo un poco de leche y subo a mi habitación, al pasar por el pasillo, veo que
la puerta de la habitación de Caroline esta entreabierta, y una punzada de
dolor inunda mi pecho, decido no hacerle caso y cierro la puerta, camino hasta
mi habitación y veo en el reloj de mi velador que son las diez de la noche,
mañana tengo universidad, tengo que recuperar todas las clases que he perdido,
y saber que voy a estar sin Caroline, me deprime pero aparto esa idea de la
cabeza, voy a mi armario y busco mi pijama, quiero algo que me abrigue, tengo
mucho frio, veo que hay pijamas, verdes, azules y uno rosado que me encanta,
decido ponerme el rosado, me voy al baño a cepillar mis dientes, me miro en el
espejo, y no me reconozco tengo bolsas bajo los ojos, y mi pelo esta
desordenado, no entiendo cómo puede Edward quererme así.
Cepillo mi cabello, y
escucho como abren la puerta de la entrada, han de ser Rosalie y Andrew, Aunsigo
enojada con Rosalie, pero necesito a alguien en este momento, y sé que ella
siempre estará para mí, así que no es justo que siga enojada, además Taylor no
ha hablado conmigo sobre Caroline, en realidad no ha hablado conmigo, tenemos
que pasar un tiempo de calidad de mejores amigos, escucho las risa de Rosalie y
Andrew, y decido que tengo que bajar, deben tener hambre así que tengo que
prepararles algo de comer, dejo el cepillo en el baño, cierro la puerta de mi
habitación y bajo las escaleras, veo que Andrew y Rose están viendo televisión,
como los extrañe, necesito de mi familia, y necesito sentirme querida.
— hola— digo entrando a la sala.
— hola— dicen sonriéndome, Aunque Aunveo una
chispa de enojo desde Rose, no me importa, quiero abrazarla, así que corro en
su dirección y la abrazo fuertemente.
— ¿estás bien?— dice devolviéndome el abrazo
impactada.
— no volvamos a pelear nunca— le susurró al oído
— ¿segura que estas bien?— dice ahora separándose
de mí y mirándome extrañada.
— ¿acaso no puedo abrazar a mi prima?
— ¿pues…si?— dice insegura
— ¿quieren algo de comer? ¿O ya comieron algo?
— yo tengo hambre de un pastel— dice sonriendo
como un niño pequeño.
— Andrew son las diez de la noche, no te hare un
pastel a esta hora— digo cruzándome de brazos y riendo junto con Rose, mientras
Andrew me hace carita de cachorro.
— ¿Por qué?
— porque el pastel demora 2 horas en hornearse y
terminare muy tarde, además mañana tenemos universidad.
— ¿Desde cuándo te importa la universidad?— dice
incrédulo
— pues desde ahora, creo— digo riendo
— huy si hablando de universidad, yo también
quiero ir.
— prima tienes veinte años, ¿no crees que estas
muy vieja?— dice riendo
— tú tienes veintiséis y vas a la universidad.
— Corrección veinticinco, los veintiséis los cumplo
en dos semanas— dice mirándola con cara de *no me molestes*
— bueno, no importa prima de verdad quiero ir a la
universidad— dice sonriéndome
— ni que me estuvieras pidiendo permiso— digo
riendo— claro que tienes que ir a la universidad— digo sonriéndole y ella me
devuelve la sonrisa— ¿ams Andrew?
— ¿Si?— dice sin despegar los ojos de la pantalla
del televisor
— quiero elegir otra carrera— digo susurrando
— ah buen… ¿Qué?— dice dando vuelta la cabeza
lentamente.
— esquenomegustaylosabesnuncasemehadadobien.
Perdón— digo hablando rápidamente que apenas yo me entiendo
— yo no tengo hambre, me voy a dormir— dice Rose
incomoda despidiéndose de mí y Andrew y subiendo la escalera rápidamente.
— me puedes repetir lo que me dijiste pero lento,
por favor— dice y apaga el televisor, para mirarme fijamente.
— no me gusta medicina, y nunca me ha gustado. No
se me da, no soporto ver la sangre fuera del cuerpo, me da asco y no quiero ser
doctora— digo con la mirada baja— sé que debo de decepcionarte, pero…
— si estoy muy decepcionado— dice mirándome
seriamente— pero no porque quieras cambiar de carrera, porque no fuiste capaz
de hacerlo antes, ni de tener la suficiente confianza de decirme que esa
carrera nunca te gustó
— quería que se sintieran orgullosos de que fuera
doctora— digo apenada.
— pequeña, siempre estaremos orgullosos de ti.
Nuestros padres estarían orgullosos de la chica que eres hoy— dice levantando
mi cabeza, para que lo mire.
— ¿de qué estarían orgullosos? ¿De una chica que
ya ha pasado por la mayoría de las camas en Londres? ¿O de la chica, que está
saliendo con un muerto? No espera, ya de la chica que le mintió a su hermana y
ahora ella la odia. ¿De cuál de todas esas están orgullosos?, porque si yo
fuera mis padres ya me hubiera internado.
— ELISSABET YA BASTA, SI NO QUIERES ESTUDIAR
NEUROLOGÍA PERFECTO. TIENES QUE SER FELIZ EN LO QUE HAGAS, ASÍ QUE BASTA DE
AUTO COMPADECERTE— dijo parándose y mirándome serio.
— primero que todo no me grites, segundo no me
estoy auto compadeciendo odio que la gente sienta lastima por mí, y tercero yo
no sirvo para nada.
— no terminaremos nunca esta discusión, yo solo
quiero decirte que siempre podrás contar conmigo— dice poniendo su mano en mis
hombros.
— gracias— digo y lo abrazo hundiendo mi cabeza en
su pecho, y me largo a llorar.
— shht— dice acariciando mi cabello suavemente—
tranquila, saca todo lo que tienes dentro.
— hermanito.
— ¿si pequeña?
— te quiero…mucho— digo apartándome un poco de él.
— yo no, porque no me quieres hacer mi pastel—
dice enfurruñándose.
— prometo que mañana te hago uno, ¿vale?
— siiii— dice brincando como un conejito.
— podría hacerme millonaria, más de lo que soy si
subiera esto a youtube— digo pensando
— no— dice dejando de saltar rápidamente y
colocándose serio.
— aguafiestas— digo sacándole la lengua.
— siempre— dice sacándome la lengua también— oye
hablando en serio, ¿Qué carrera quieres?
— mmm, no lo sé. Sabes que siempre se me ha dado
bien lo que tiene que ver con tecnología.
— es cierto, siempre arreglabas las cosas
electrónicas en casa— dice sonriendo
— creo que estudiare algo que tenga que ver con
ingeniería electrónica
— mientras tú seas feliz, yo lo seré— dice besando
mi cabeza
— gracias— digo abrazándolo— bueno me voy a
dormir, estoy cansada
— oye, ¿Qué paso con Caroline?
— ¿Por qué?
— cuando la fui a ver hoy, me miro con odio y dijo
que no me acercara a ella, y que tú tampoco lo hicieras
— hoy dijo que me odiaba, porque según ella la
había empujado por las escaleras y había engañado a Mario con Taylor
— ¿Qué?— dijo casi gritando— ¿Por qué piensa eso?
— no lo sé, pero me dolió mucho.
— ¿quieres hablar de eso?
— no— digo sonriéndole sin ganas.
— ¿segura?
— sí, estoy cansada
— bueno, entonces descansa— dice besando mi cabeza
otra vez— que amanezcas bien y que sueñes con los angelitos
— hace tiempo que no escuchaba eso
— lo sé— dice sonriéndome— descansa
— tú también— digo besando su mejilla y subiendo
la escalera.
Al llegar a mi habitación, cierro la ventana y las
cortinas, me acuesto y hago algo que hace mucho tiempo no hacía, rezo para que
Caroline recupere su memoria, y poco a poco mis ojos comienzan a cerrarse, y en
mis sueños veo ojos verdes y cabellos rubios.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario