~ Elissabet
Estos días he estado
muy aburrida, Caroline está medio rara y no he visto a Taylor o a su hermano en
varios días, ¿habrán salido de viaje? Taylor no se despidió de mí, y así dice
que es mi mejor amigo. Caroline se ha sentido bien en esta casa, aunque yo he
andado medio enojona y con cambios de humor por Andrés… el que viene una vez al
mes, Andrew dice que soy una bipolar y que no encontraré a nadie que me quiera
con ese humor, pero no me importa, aunque sé que lo dice en broma. No quiero
relaciones con nadie, nunca más…y si llegara a gustarme alguien… sería una estúpida,
no puedo enamorarme nunca jamás, Caroline y Andrew salieron a comprar no sé
dónde, y como no quiero estar sola. Decidí salir de ahí, porque no tenía
sentido seguir en casa si iba a estar sola, tenía ganas de tomar aire puro, y
pensando…aun no conseguimos la prueba para el ADN de Caro, ella siempre está
alerta, y el sueño lo tiene liviano así que no puedo cortar su cabello, seguí
dejando mi pensamiento vagar, la música era relajante debo admitirlo, andaba a
pie porque no quería conducir, solo…quería pensar
— oh discúlpame, no
me fije— dice un chico, había chocado con él, que idiota…lindo… pero idiota
— No te preocupes,
fue mi culpa venia escuchando música y estaba distraída— no quería pelear con
nadie, así que me disculparía y luego saldría de allí
— Seguro que estabas
pesando en tu novio— dijo sonriendo, típica táctica de mujeriego
— ¿Qué? No, claro que
no, no tengo novio— me reí, quizás podría pedirle un helado o por lo menos
seguirle el juego
— entonces, ¿pensabas
en alguien importante?
— mmm quizás— dije
sonriendo, él me miraba embobado
— mmm, mucho gusto
soy Mario— me extendió su mano.
— un gusto Mario— que
olvide que le daré mi nombre, no quiero psicópatas por Facebook
— ¿y me dirás tu
nombre?
— no, por ahora solo
seré una chica misteriosa
— muy bien chica
misteriosa, que te parece si para conocernos más, te invito un helado— esto si
fue fácil
— ¿En serio?— levanté
una ceja
— ¿Qué?— me sonrío
— ¿chocamos, y te
aprovechas de la situación para coquetearme?
— mmm probablemente.
— mmm muy buena
táctica, pero no te funcionara conmigo cariño.
— ¿a no? ¿Y porque?
— pues porque yo no
soy como las otras chicas.
— ¿y según tu como
son las otras chicas?
— ¿Fáciles?— dije
haciéndolo en un tono obvio— yo no dejare que me coquetees, chico lindo.
— nunca dije que
fueras fácil, chica misteriosa.
— pero lo pensaste
— si digo que tienes
razón, ¿aceptarías tomarte el helado conmigo?
— mmm probablemente— le sonreí seductoramente
—ok, ok, entonces lo admito— dijo levantando los brazos mostrando que se rendía.
— ¡JA! Lo sabía— dije con cara de triunfo.
— y bien chica misteriosa, ¿te irías a tomar el
helado conmigo?
— sí seguro, total no pierdo nada
— Si despreocúpate no soy una asesino psicópata—
dijo riendo.
— mmm aún no sé, eso lo averiguare con el tiempo—
dije riendo con él
Nos encaminamos a la heladería, conversábamos de
mí, le conté que era media nueva ya que había llegado hace 1 mes y medio,
también le conté que mis padres murieron en un accidente, tenía que decirle el
motivo del porque nos cambiamos, se me escaparon un par de lágrimas, pero él
las limpió y le sonreí sinceramente por primera vez durante el día, le dije que
había venido con Andrew, pero aun no le decía mi nombre, cuando llegamos a la
heladería…
— Bien chica misteriosa, ¿de qué sabor quieres tu
helado?— dijo viendo la tabla de todos los sabores de helados que habían.
— mmm se me antoja uno de chocolate, con salsa de
manjar, y chispitas de colores, de tres pisos— dije ansiosa
— Que golosa— dijo riendo.
— mmm solo un poco— dije riendo con él
— bien que sean 2.
— hola, mi nombre es Matías, y seré su mesero,
¿Qué van a pedir?—dijo mirándome
—yo quiero un helado de chocolate, con salsa de
manjar, y chispas de colores, ah y que sea de tres pisos, y para…— vaya que…
caballero, Edward habría hecho pedirme a mi primero, ¿Por qué pensaste en
Edward?
— ¿Y para la sexy chica?—dijo sonriéndome
— Yo quiero lo mismo que él— dije riendo
— hey mesero, podrías dejar de mirar a MI chica—
dijo resaltando el MI ¿y a este idiota que le pasa?
— Mario aclaremos algo, yo no soy tu
chica, ya que recién nos venimos conociendo aparte estas hirviendo, ¿estás
bien?— su brazo estaba caliente— Mario, estas caliente— toqué su frente— Mario
tienes fiebre, lo mejor es que te vayas a casa
— Si me voy pero tú te vas conmigo— me dijo
agarrando mi brazo
— ¡Ay! Suéltame, me duele— dije tratando de
zafarme, todos nos miraban.
— no, porque te quedaras conversando con este
imbécil— dijo mirando al mesero.
— Mario ya déjame— dije golpeándolo, me soltó y
miré mi muñeca, la zona estaba enrojecida donde este animal me había apretado.
— Discúlpame, no fue mi intención— dijo tomando mi
mano
— ¿Qué? No claro que no, déjame— dije soltándome,
tome mi chaqueta y salí enfurecida de ahí
— ¡¡pero hey espera!!— me gritaba, yo solo lo
ignoré.
Al salir de la calle, vi que venía un taxi vacío, lo hice parar y me
subí en él, le di la dirección de mi casa y mire hacia atrás donde Mario
golpeaba unos botes de basura… imbécil
Llegué a mi casa, y Caroline junto con Andrew
estaban ahí, les conté lo que pasó, y me dijeron que no tenía que aceptar cosas
de extraños, ¿Qué tal si era un asesino en serie? ¿O un violador? Me estuvieron
regañando por mucho tiempo, luego de eso, como estábamos aburridos y no
queríamos ver televisión, nos pusimos a jugar monopolio, y así se nos pasó la
tarde.
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