—
¿Nos conocemos?— le digo a la chica que está sentada en mi cama— ¿Cómo
entraste?
—
Yo te conozco a ti, pero tú a mí no— dice limpiándose las uñas— así que tú eres
la señora Lowell— dice levantándose ahora, tiene unos imponentes ojos azules
—
Te me haces muy conocida— digo mirándola con desconfianza
—
bueno, quizás me conozcas como… mmm… la chica de tus pesadillas— recuerdo el
sueño que tuve, su cabellera negra, sus imponentes ojos azules— o como la ex de
tu esposo— sonríe maliciosamente— o como la maldita chupasangre que arruino la
vida de los Lowell
—
Alisson— digo enojada— ¿Qué haces aquí?
—
Tenía que venir a visitarte, te mantienes muy bien para ser una embarazada—
dice acercándose peligrosamente a mi
—
¿De qué estás hablando?— digo tratando de sonar tranquila, mi celular comienza
a sonar
—
¿Te molesta si contesto?— dice tomando mi teléfono de la cómoda— oh… es Edward—
sonríe— hola amor— dice imitando mi voz, ¿Cómo puede hacer eso?— no, todo está
bien— dice paseándose por la habitación sin quitar sus ojos de mi
—
¡Edward no!— grito para que me escuche, y Alison corta el teléfono
—
¿crees que vendrá corriendo por ti? ¿Por su lady? Por favor, es Edward Lowell,
el mujeriego Edward Lowell
—
¿Qué te hice yo para que me odies así?
—
Edward es mío— dice pegándome a la pared— y ni tú ni tus críos de hijos que
vienen podrán quitármelo— dice mordiendo mi cuello, pego un grito de dolor—
cuídate Elissabet que pronto sabrás nuevamente de mi— dice antes de quebrarme
el cuello, y toda la luz desaparece.
~
Edward.
—
NOOOOOOOOOOOOOO— dice mi lady despertando
—
Elissabet cálmate solo fue un sueño— le digo tratando de tranquilizarla— ya
tranquila— le beso la frente repetidas veces, no me gusta verla llorar
—
Fue horrible— dice llorando en mi pecho, sus lágrimas traspasan mi polera— todo
estaba incendiado, me despertaban y veía como una chica de pelo negro tenía a
nuestros hijos de los pies sobre el fuego— una chica de pelo negro, fuego… Alison
—
ya mi lady, ya pasó— digo acariciando su cabello, no quiero que piense en eso,
no ahora, estamos felices, ella no puede arruinarnos nuestra felicidad
—
¿Quién es la chica de pelo negro?— ¿a qué viene su pregunta?
—
¿A qué te refieres?— le digo tranquilo, ella se separa de mi
—
cuando te dije acerca de ella, tú te pusiste tenso ¿Quién es ella?
—
No sé de qué estás hablando— le digo levantándome de la cama, primero el
embarazo y ahora esto, ella ni siquiera conoce a Alison como para saber que
tiene el cabello negro
—
Edward, te pusiste nervioso, la conoces ¿Quién es?— dice mirándome fijamente,
noto como está por llorar
—Elissabet
no la conozco, ni siquiera sé porque estamos discutiendo por esa estupidez— no
quiero seguir discutiendo por esto, me visto rápidamente para salir
—
¿Adónde vas?— lágrimas de angustia se muestran en sus ojos
—
Por ahí, llegaré tarde— le digo tomando mis cosas, no quiero besarla porque sé
que terminaremos haciendo el amor y ahora estoy muy enojado no quiero dañarla,
salgo de allí y tomo las llaves del auto.
¿Cómo
es posible que Elissabet esté embarazada? Cuando me lo dijo, una alegría
inmensa me invadió, pero también me sentí ingenuo, es imposible que Elissabet
estuviera embarazada, ella es vampira yo ya no produzco espermatozoides hace
muchos siglos, soy un idiota. ¿Pero y si es verdad? Un hijo… fruto de nuestro
amor, eso sería maravilloso, ¿Cómo le pondría si fueran niña? ¿Qué me gustaría
más niño o niña? Pues… me gustarían 2 niños, una parejita… siempre quise una
parejita… ¿en qué demonios estoy pensando?
Nosotros estamos muertos, no podemos
tener un hijo, ni siquiera se adonde me dirijo, ¿y si voy a hablar con Lori
ahora? Son las 06:35 de la mañana, no creo que esté durmiendo. Me dirijo a mi
antigua casa, aún recuerdo cuando fui a comprar la casa en la que estamos
viviendo ahora con Elissabet, quería que fuese una sorpresa, algo lindo digno
de una princesa como mi lady, el vendedor me había mostrado muchas casas, muy
bonitas por cierto, pero no me atraía ninguna, hasta que llegamos a esa, el
precio no era problema y cuando la vi… me imaginé a Elissabet y a mi juntos de
viejitos, con nuestros nietos jugando alrededor… que imaginación la mía. Cuando
llego a mi ex casa, todo está apagado ¿estarán durmiendo?, entro sigilosamente
a la casa, y escucho unos gritos desde las habitaciones de arriba… subo y
escucho que los gritos provienen de la habitación de Taylor, reviso la
habitación de Caroline y la cama está vacía pero desordenada… vaya mi hermano
no pierde el tiempo. Deben estar muy ocupados, ¿y si…?
—
Hola familia— digo entrando a su habitación, encuentro a Taylor con alguien
debajo de él, si tenía razón era Caroline, tiene su cabello todo revuelto y es
una escena muy graciosa
—
lárgate de aquí— me grita y se tapa con las sabanas
—
Huy que recibimiento— digo aún parado en la puerta— me voy yo, y esto es lo que
encuentro, muy bien cuñadita— le cierro el ojo y Taylor me lanza algo duro que
alcanzo a esquivar al cerrar la puerta.
Salgo
de ahí aun riéndome, y recuerdo a Elissabet, voy a su habitación… cuando
vivíamos aquí, yo le pedía que durmiéramos juntos pero ella cambió
radicalmente, y me decía “no hasta que estemos bajo la ley juntos”, eso era
tierno. Entro a su habitación, y su aroma aún está ahí. Me pongo a revisar su
pared, y tiene fotos nuestras, normalmente se dice que los vampiros no salen en
las fotografías, pero solo aplica eso para los fantasmas, como nosotros bebemos
sangre ayuda a que no seamos muertos del todo, es algo complicado nunca lo
logré entender, la veo allí, con su sonrisa de siempre, están también las fotos
de sus vacaciones, ahí está con el idiota de Jev, nunca me agradó ese tipo… ¿y
si Elissabet y él… estuvieron juntos?
Me saco esa imagen horrible de la cabeza
y rompo esa foto, al fin y al cabo a nadie le sirve. Salgo de la casa, prefiero
venir en la tarde con Elissabet, ahora solo quiero llegar a casa, tomarla entre
mis brazos y hacerla mía una y otra, y otra vez.
La
llamo por teléfono, pero no contesta debe estar durmiendo, o bañándose… o
durmiendo, le encanta dormir. Pongo en marcha mi auto, y decido parar a
comprarle flores y unos bombones de chocolates, aun siendo vampira y no
sintiendo el sabor de los chocolates, le siguen encantando… yo le encuentro
sabor a cerilla, que asco. Pero bueno a ella le gusta, y si ella es feliz, yo
también. Paro en un semáforo y llamo por teléfono nuevamente, al tercer tono
escucho su dulce voz al otro lado de la línea.
—
hola mi lady
—
Hola amor— me contesta, la escucho extraña… su voz suena algo más ronca, cuando
estamos enojados… ella no me dice amor… me dice Edward
—
¿te escucho algo extraña, anda algo mal?
—
No, todo está bien— escucho algo en la habitación
—
¿Quién está allí Elissabet?— le digo conduciendo más rápido el auto
—
¡Edward no!— escucho un grito, esa es la voz de Elissabet ¿con quién estoy
hablando entonces…? MALDITA SEA, ALISSON
—
Alisson…—digo en el teléfono, pero ella me corta… mi lady, mi princesa… mi Elissabet.
Conduzco
lo más rápido que puedo, mi Elissabet. Sabía que su sueño había significado
algo, ¿Por qué no nos deja en paz? Llego lo más rápido a la casa que puedo, la
puerta está abierta hasta atrás, ¿y si se la llevó? Cierro el auto mientras
corro, subo las escaleras rápidamente ya que hay un rastro de sangre en ella,
llego a nuestra habitación, y la veo ahí… tirada como un estropajo, hay un
bulto a su lado, hay un pequeño reloj en él, dice 00:15 ¿Qué es eso? Los
números comienzan a disminuir, me doy cuenta que es una bomba, está al lado de Elissabet,
la tomo en mis brazos y antes de poder hacer algo, salto junto con ella por la
ventana del segundo piso hacia abajo y escucho como la casa explota, un pitido
muy agudo queda en mi oído, Elissabet aun no despierta, le debe haber quebrado
el cuello. Me levanto y siento un dolo leve en mi tobillo, pero se me pasará
pronto. Miro la casa y veo que está toda con fuego, lágrimas de rabia comienzan
a salir, maldita sea ¿Por qué hizo eso? Ella ha vuelto y no se quedará
tranquila hasta que me tenga… o hasta que vea a Elissabet muerta… y ninguna de
esas opciones pasará.
Subo
a Elissabet al auto, en pocos minutos debe despertar, aún tengo rabia, golpeo el
volante, me dirijo a la casa de mis hermanos… a pesar de que solo pasaron 2
meses de vivir allí, la casa ya tenía recuerdos, tenía nuestro olor… nuestras
marcas. Maldita Alison, lo hizo explotar todo. Escucho como Elissabet comienza
a moverse, y ya hemos llegado a nuestra antigua casa, ¿Qué haremos ahora?
¿Vivir aquí nuevamente?
—
¿Qué pasó?— dice mi lady sobándose la cabeza
—
vamos adentro, luego te explico todo
—
¿Dónde estamos?
—
en nuestras antiguas casas
—
ALISSON— dice ahora despertando de golpe— Edward ella… ella estuvo allá… y…
—
tranquila amor, sé que no eras tú quien contesto mi llamada
—
no sé cómo entró a la casa, no recuerdo
mucho, solo que rompió mi cuello— la veo asustada
—
Ven, vamos adentro— digo tomándola de la mano para que salga del auto
—
No te enfades conmigo— dice lanzándose a mis brazos
—
Nunca podría enfadarme contigo— le digo levantando su mentón para poder
besarla, sus labios tan suaves encajan siempre con los míos.
—
¿Por qué vinimos aquí?
—
para hablar de tu… de eso— le digo apuntando su estomago
—
Alisson me dijo que me mantenía muy bien a pesar de estar embarazada.
—
¿Te dijo algo más?— digo caminando con ella hasta la entrada de la casa
—
Que ni yo ni mis críos que vienen en camino podrán alejarla de ti, o algo así—
dice poniendo su cabeza en mi hombro
—
y tiene razón— ella me mira a los ojos— nunca podrán alejarme de ella…porque yo
no soy de ella y nunca estuve junto a ella… o bueno no totalmente— digo
juntando nuestros labios nuevamente
—
primero me despiertas, y ahora vienes a besarte con mi cuñada a la puerta de mi
casa— dice burlón Taylor
—
¡TAYLOR!— dice Elissabet soltándose de mí y saltando a sus brazos— te extrañe
tonto— dice besando su mejilla
—
También te extrañe cuñadita— dice abrazándola aún más fuerte
—
Nosotros tenemos una apuesta pendiente— dice señalándolo con el dedo, antes de
adentrarse a la casa
—
¿Me perdí de algo?— le digo señalando a Elissabet y su apuesta
—
Tu esposa es muy buena jugando poquer— yo lo abrazo, y él me devuelve el abrazo
—
¿Y…?
—
¿Y qué?— dice cerrando la puerta
—
¿cuándo me ibas a decir que habías vuelto con Caroline?
—
¿Volviste con Caroline?— dice Elissabet apareciendo de la nada
—
gracias por eso, ahora tendré que aguantar a tu esposa hablarme de “si le
rompes el corazón te castraré”
—
Yo creo que si me rompe el corazón, yo lo castro primero— dice Caroline
llegando a su lado, yo solo me río por como la vi hace un rato.
—
claro… y como nosotras dormimos juntas, tú no me saludas ¿verdad?— dice Elissabet
indignada
—
¡HERMANITA!— dice abrazándola
—
No si ya no cuenta— dice Elissabet sin abrazarla, luego se miran y se abrazan
nuevamente.
—
¿están Ana y Lori?
—
Escuché mi nombre— dice Lori saliendo de la cocina
—
Hola cadabra— dice Elissabet abrazándola
—
Hola sanguijuela— dice devolviéndole el abrazo, Lori me mira y sabe que tenemos
que hablar de algo seriamente… a ella llamé por teléfono— tengo que mostrarles
como dejé la habitación de Edward— dice tomando mi mano y la de Elissabet
subiendo la escalera
—
Mientras no le hayas puesto pócimas raras y ollas gigantes para hacer tus
pociones todo bien— digo en broma
—
¿Le pusiste telarañas para decorar?— dice Elissabet riendo
—
Algo así— cuando llegamos a la habitación… no hay nada cambiado— ahora quiero
que me digan, a que te referías cuando me llamaste dice cerrando la puerta
—
No decoraste nada— digo mirando alrededor
—
forré la habitación con un escudo, nadie más que los que están aquí dentro de
la habitación pueden escuchar lo que se habla
—
yo creí que le habías puesto arañas
—
Elissabet tenemos que hablar con Lori— le digo haciendo que siente en la cama
—
¿Ana no está?
—
salió con Andrew temprano, pero díganme que muero de curiosidad
—
Elissabet…cree estar embarazada— le digo lo más tranquilo posible
—
¿Embarazada?— dice Ana desde la puerta de la habitación, esto no es bueno.
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