~ Elissabet.
Luego de
una genial tarde de chicas, con Ana. Llego agotada a mi casa, donde están todos
acostados, mmm ya van 2 días que no hablo con Edward y lo extraño, ¿debería dar
mi brazo a torcer? Además casarse con la persona indicada no parece ser tan
malo, o eso espero.
Debería llamarlo,
subo a mi habitación y son las 11:30 vaya que nos divertimos con Ana,
deberíamos hacerlo más seguido. Ya en mi habitación voy al balcón y me pongo a
mirar Londres, es muy lindo. Miro la casa de Los Lowell, y están todas las
luces apagadas, deben haberse dormido ¿No que los vampiros no duermen? ¿ por
qué sigo buscando pretexto? QUIERO HABLAR CON EDWARD, LO EXTRAÑO MUCHO.
Bien Elissabet
concéntrate, tu puedes llámalo, pero es muy tarde. LLAMALO. Bien, bien. Marco
el número y espero, cuando me contesta parece adormilado, pero no sé qué decir.
— ¿bueno?—
dice contestando, ¿no sabe que soy yo? o quizás borro mi numero— ¿bueno?—
insiste otra vez, no me sale la voz, quiero hablar pero no puedo— ¿Quién está
llamando? ¿Y porque no contesta?— suena enfadado y yo Aun no puedo hablar.
VAMOS HABLA— voy a colgar— dice advirtiendo— bueno adiós
— espera
Edward— digo, pero él ya ha colgado— eres una tonta, estúpida, lo perderás SI,
porque no le hablaste, ¿Por qué rayos no le hablaste? Te juro que si no fuera
yo misma me mataría— decía hablando sola.
— ¿está
todo bien?— dice Rose asomándose por la puerta y refregándose los ojos, OH
GENIAL LA DESPERTÉ, GENIAL Elissabet
— lo siento
si te desperté, vuelve a la cama estoy bien— trato de sonreír
— ¿es muy
pronto para preguntar a quién mato?— me rio y ella sonríe.
— de
verdad, estoy bien— le sonrío
— ¿y
entonces porque gritabas y porque estas llorando?
— ¿Quién
dice que estoy llorando? Yo no lloro, eso es para débiles— ella enarca una ceja
— Elissabet…lamento
decir esto…pero…eres la chica más llorona que conozco— dice seria
— wow
gracias— le digo sarcástica— ¿siempre has pensado eso de mí?
— todos lo
piensas dear— me sonríe
— ¿todos?—
ella asiente— vaya que familia tengo— me siento en la cama y escondo mi cara en
las manos
— hay dear,
no me gusta verte así
— pues
cierra los ojos— digo sin levantar la mirada
— ¿sabes
qué? Yo solo quería ayudarte, pero eres una amargada. Adiós— dice saliendo por
la puerta
— no Rose…—
pero ella ya se ha ido. Grito en mi almohada para sofocar el grito
— ¿mal día?
— vete
Taylor, no quiero pelear también contigo— digo con la cara en la almohada
— hay
nena....— suspira frustrado— ¿Qué paso ahora? ¿Con quién peleaste además de
Edward, y Rose?
— es en
serio, Taylor vete
— no me iré,
sabiendo que mi mejor amiga está mal
— ¿Por qué?—
levanto la cabeza enojada
— porque
eso es lo que hace un amigo— y me pongo a llorar, vaya si soy una llorona— shht
calma, todo va a pasar. Todo va a estar bien— acaricia mi cabello
— ¿Cómo es
que siempre termino llorando en tus brazos?— digo a través del llanto
—
porque…somos mejores amigos, y… nunca te abandonaría
— hay
Taylor, no sabes lo odiosa que soy cuando estoy enojada
— ¿entonces
siempre estas enojada?— dice bromeando
— que
gracioso— digo sarcástica
— ¿quiere
contarme porque Edward anda tan deprimido y porque Rose está tan enojada?
— porque
soy la chica más estúpida del universo
— No me
digas— dice riendo
— gracias
mejor amigo yo también te quiero— digo separándome de él
— hey solo
era una broma— dice riendo pero con menos ganas
— ¿sabes? A
veces pienso en desaparecer— digo apoyada en el balcón
— yo lo he
pensado muchas veces— se apoya también— pero… salgo adelante por todas las
personas que amo
— a mí
nadie me ama
— ¿no?
— no
— pues…
mira te quieren Andrew y Rose, te quiero yo y Ana, te ama Edward y tengo la
leve sospecha de que a Mario también les gustas, ah sí y como olvidar a todos
los chicos de la universidad
— pero
siempre lo arruino todo, además soy una chica engreída, pretenciosa y egoísta
— pero te
vistes a la moda— dice encogiéndose de brazos
— eres un
tonto— le digo riendo
— vamos,
cuéntame porque andas enojada con todo el mundo
— ¿quieres
aburrirte?
— contigo
nunca me aburro
— owww ¿de
verdad?
— si,
excepto cuando te pones a hablar de Robert Pattinson, de Edward y…de ropa—
vuelvo a reír— ¿mejor?— yo asiento— bien, suéltalo todo, estoy aquí para
escucharte
— bueno con
Edward, peleamos anoche por el tema del matrimonio
— oh…
¿quieres casarte y él no?
— no… de
hecho es al revés
— ¿Qué?
— si, el
que quiere casarse es él y yo no
— ¿Por qué
no? Es decir, todas las mujeres siempre quieren casarse— dice obvio
— pues yo
no, ya ves que soy diferente
— si
diferente…y loca, y bipolar o espera y enojona— me sonríe
— gracioso—
y nos terminamos riendo los dos
— ¿tú amas
a mi hermano?
— más que a
mi vida
— ¿y
entonces porque no quieres casarte?
— ¿porque
tengo 19 y recién somos novios hace 4 días?
— ¿has
estado contando los días?
— ¿de todo
lo que digo…solo te fijas en eso?
— me
distraigo con facilidad— se encoge de hombros y reímos de nuevo— ¿de verdad
solo esos 2 son los únicos motivos?
— si, ¿Por
qué habría de haber otro? Digo, no hay nada más, solo eso— hablo rápido
— y si solo
eso, ¿Por qué te pones nerviosa?
— ¿Quién
dice que estoy nerviosa?— digo entrando a mi habitación nuevamente— ¿Cuál es tu
primera clase mañana?
— primero
cuando estas nerviosa hablas rápido, segundo siempre que estas nerviosa
arrancas del lugar y tercero siempre, pero siempre, siempre cambias de tema
cuando estas nerviosa
— ¿Qué?
¿También sabes que ropa decido cada día?
— ni que
fuera psicópata— dice riendo— vamos dime la verdadera razón
— es
porque…porque… porque…
— ¿con
quién hablas a esta hora?— dice Andrew entrando por la puerta y somnoliento,
miro a Taylor, pero él ya no está ¿Cuándo se fue?
— eh… con
nadie— le sonrío
— ¿ok? Niña
que habla con nadie, ponte el pijama, lávate los dientes y a dormir
— si…papá—
él sonríe y se va
— vamos
habla— dice saliendo del baño
— ¿En qué
momento te fuiste?
— mi súper
oído, escucho cuando Andrew venia, y bueno…me escondí en el baño
— oh
— ya ahora
dime
— pero
estoy cansada, ¿no te lo puedo decir mañana?
— no
— Taylor…
— mientras
no me digas no me voy— dice cruzándose de brazos
— eres
insoportable
— aprendí
de ti— me sonríe provocando que me ría— ahora dime
— ¿Por qué
quieres saberlo?
—
pues…porque…si
— no es
suficiente
— dime
— no
— si
— no
— si
— no
— si
— BIEN, no
quiero casarme porque fue lo mismo que me prometió Mike días antes de que me
engañara con esa zorra de Camila ¿feliz?— digo con lágrimas en los ojos
— Elissabet
yo no…
— ya solo
vete— digo enterrando mi cabeza en mis brazos que tienen envueltas a mis
piernas. Siento que él se va por la ventana, y me pongo a llorar.
— ¿Qué pasa
cariño?— dice abrazándome por detrás e inhalando mi aroma
— te
extraño
— pero si
estoy aquí— dice girándome para que quedemos frente a frente
— Edward
perdón, yo tengo miedo, me encantaría casarme contigo— digo entre lagrima pero
con una sonrisa.
— ¿de qué
hablas?— dice soltándome
— si quiero
casarme contigo
— pero yo
no, solo es una noche, eso me dijiste esta noche en el bar
— ¿Qué bar?
— donde nos
conocimos, ahora solo adiós— dice vistiéndose
— pero
Edward, nos amamos
— otra más,
entiende YO NO TE AMO. Además puedo tener a quien quiera, ¿Por qué me habría de
fijar en alguien…así?— dice mirándome con asco
— ¿Qué te
pasa Edward?
— nada,
solo que ahora tengo que volver con mi esposa
— ¿esposa?
— si, se
llama Alisson
— ¿Alisson?
¿La misma que te convirtió en vampiro?
— ¿Cómo
sabes mi secreto?
— tú…me lo
dijiste
— MENTIRA—
dice enojado y gritando— ahora tendré que matarte— dice acercándose a mi
— ¿Qué? NO
— mmm, ya
huelo tu sangre, adiós…como te llames— dice mordiendo mi cuello
— ¡NO!—
despierto asustada y sudando, gracias a Dios solo fue un sueño, segunda
pesadilla, toco mi cara y esta mojada, oh genial demás de sudar, lloré
— ¿Qué
paso?— dice Andrew, viene con una Rose muy asustada entrando a mi habitación
— nada,
solo una pesadilla
— ¿estás
bien?— dice fría
— mmm si
— ¿pasa
algo?— dice Andrew refiriéndose a nosotras
— no— dice
saliendo por la puerta
— ¿Rose?
— ¿qué? —
dice regresando
— necesito
hablar contigo
— luego nos
vemos, seguiré durmiendo— Dice Andrew saliendo
— ¿y bien?—
dice cruzada de brazos en la puerta
— te quería
perdón por lo de ayer, bueno lo de anoche
— mmm ok,
¿me puedo ir ahora?
— vamos
Rose perdón, me desquite contigo porque extraño a Edward, y mi orgullo no me
deja hablar con él, perdón
— ¿sabes?
estoy empezando a odiar a ese Edward, siempre se la pasan peleando— dice seria,
pero luego sonríe, me ha perdonado
— sis
— ¿Dear?
— te quiero—
digo abrazándola
— eh… yo
también— me abraza finalmente— ¿todavía están peleados por lo de que no quieres
casarte?
— si… ¿Cómo
lo sabes?
— ah es que
ese día en que te fuiste en el auto sola, estuvimos hablando con Edward
— oh, ¿y no
has hablado con él ahora?
— ehm…dear,
no somos muy amigos que digamos
— bueno,
vete a dormir, que es muy temprano Aun
— ok, tú
también duerme, que tenemos que ir a la universidad
— no… este
yo me cambie de carrera, el viernes debo ir a dar la prueba
— ah,
bueno. Entonces descansa— me sonríe y sale
Tengo que
hablar con Edward, lo extraño mucho, miro la hora y es muy temprano, hace frio
y yo extraño a Edward, me quedo dormida nuevamente.
Despierto
con mucha pereza y me estiro lo que más puedo, me meto a la ducha, me baño y
salgo con frio, me pongo la toalla en mi pelo, y la otra en el cuerpo, salgo
del baño y me voy a mi armario, como hoy me quedaría en casa y estudiando, me
pondré algún pijama y como estaré sola no me maquillo, seco mi pelo con la
toalla, y me meto a la cama con mis cuadernos y mi notebook para estudiar
(…)
— Actualmente,
la ingeniería en computación se ha vuelto parte indispensable de la mayoría de
las ciencias
y de la vida cotidiana— llevo repitiendo esto hace mucho rato, y espero poder
entenderlo, tocan la puerta— pase— grito— Actualmente, la ingeniería en
computación se ha vuelto parte…de…no…indispensable… maldita sea, olvidé todo
— es raro verte estudiando— dice la voz de un
ángel por la puerta, mi ángel, viene
tan lindo como siempre—hola
— hola— le sonrío solo un poco
— ¿ehm…estas enferma?— dice Aun parado en la
puerta
— no, es solo que estoy estudiando para la prueba
que tengo el viernes
— ¿hay prueba el viernes?— suena preocupado
— no— me rio— solo yo tengo la prueba…de admisión
— ¿admisión?
— ah sí es que me cambie de carrera
— oh… ¿Por qué? Si se puede saber
— nunca me ha gustado medicina— me encojo de
hombros
— oh…— se pasa la mano por su pelo, que le cae
sexymente sobre su hermosa y delineada cara. Es ahora o nunca
— PERDON— decimos al mismo tiempo, y nos reímos—
habla tú— decimos de nuevo ambos, y nos volvemos a reír— ok habla tu— decimos
nuevamente.
— ok habla tú— me sonríe
— mmm bueno— estoy nerviosa, yo nunca he pedido
perdón. NUNCA— yo…este…quería pedirte disculpas, por mmm haberme…ehm…enojado…el
otro día. He estado pensando…y la idea del matrimonio… no es tan mala… y si eso
es lo que quieres
— ¿es lo que tú quieres?
— si…bueno no…mmm no sé, algo creo
— ¿No estás segura?— pregunta preocupado y
acercándose
— es que solo tengo 19, sé que por ser…
— anticuado— completa mi frase, y yo le sonrío
— querrás casarte, pero eso era antes, mmm a esta
edad las chicas piensan en fiestas, y todo eso. No en el matrimonio
— yo…entiendo, ¿pero qué es lo que piensas tú?
¿Piensas en fiestas y todo eso?
— bueno…sí, soy una chica de 19 y me gustan las
fiestas, la música y todo eso
— ¿entonces?
— sin embargo… tú… diste vuelta mi mundo, lo
dejaste boca arriba, y bueno… si tú quieres casarte…
— Elissabet ya basta, responde ¿quieres casarte
conmigo?
— si…pero no Aun
— ¿dijiste que sí?— parece asombrado
— también dije: pero no Aun
— es un comienzo— se encoge de hombros, yo me rio—
pero… yo no quiero que nos casemos porque yo quiera, sino porque ambos queramos
— Edward, en mis planes no está casarme
— entonces ¿yo no estoy en tus planes?
— NO— digo casi gritando desesperada— es que… ayer
vino Taylor
— ¿ahora quieres a Taylor?— pregunta y lo siento
decepcionado
— claro que no, Taylor es lindo y dulce, pero solo
somos mejores amigos. Estuvimos hablando…
— ¿te dijo que yo no te convenía? ¿Fue eso?— dice
interrumpiéndome
— NO, ¿puedes dejarme hablar?— digo ya enojada, él
asiente tímido— ¿quieres que te diga la verdadera razón por la cual no quiero
casarme?
— sí.
— bueno…
…Días antes del accidente de los Brown…
— linda, ¿Qué quieres hacer cuando seas grande?—
dice Mike preguntándome mientras caminamos por el parque
— mmm, bueno no sé, estudiar supongo
— ¿Y no te gustaría casarte? ¿Y vivir en una casa
muy linda, rodeada de niños?
— nunca había pensado en eso, pero supongo que sí
— ¿supones?
— es que… toda chica sueña con casarse, y yo
también… pero cuando esté más adulta quiero pensar en eso, no ahora que tengo
18
— ¿y cuando seas “adulta” te gustaría casarte
conmigo?
— ¿de verdad?
— claro, y vivir en una casa grande, con muchos
empleados y montones de niños, y un perro
— siiii me encantaría— digo saltando de felicidad
— bien, pero tengo que hacerlo formalmente— dice
arrodillándose
— ¿ok?— digo tratando de no reír
— Elissabet Elena Brown Payne, ¿te casarías conmigo?
En dos años— siempre me imagine una proposición…no se…más tierna, supongo
— si— digo tratando de sonreír
— perfecto, ¿sabías que en la antigüedad era el
padre de la novia el que pagaba la boda?
— si, pero antes
— y ahora también, no quieres que pague todo eso
yo— dice riendo
— bueno, supongo que con mi familia, pondremos
algo de ayuda
— siii, que sea la boda más genial del mundo, y
que Camila sea tu dama de honor
— ¿Por qué ella?
— bueno…porque…es tu mejor amiga, amor
— mmm si
— ok entonces está decidido, en un futuro próximo
nos casaremos— y besa mi mejilla— te amo
— ¿Mike?
— ¿si
bella?
— ¿Qué es
lo que te gustó de mi?
— Todo—
dice mirándome
— ¿todo?
— sí
Seguimos
caminando por el parque y cuando ya estaba oscureciendo él fue a dejarme a
casa. Nos despedimos y me hizo entrar a la casa, estaba subiendo las escaleras
cuando me di cuenta que aún tenía puesta su chaqueta, corrí afuera y lo vi
apoyado en su auto, estaba de espalda así que no me vio, comencé a acercarme a
él y escuché como hablaba
— sí, acabo
de dejarla en su casa— estaba hablando por teléfono— obvio que la quiero—
sonreí— y a su dinero también— sentí como poco a poco algo dentro de mí se
rompía— no puedo terminarla— ¿qué? ¿Quería terminar conmigo? — Cariño, sabes
que solo te amo a ti, Elissabet solo es un pasatiempo— ¿cómo que solo un
pasatiempo? — cuando nos casemos, me divorciaré de ella a los 3 meses y tú y yo
podremos disfrutar de su dinero juntos.
No seguí
escuchando más, entré a la casa y corriendo subí a mi habitación para largarme
a llorar
…Actualidad…
— lady, yo no lo sabía— dice abrazándome y secando
mis lágrimas— ¿él siempre quiso tu dinero?— yo asiento con la cara en su pecho—
¿él nunca te amó?— niego con la cabeza, soy incapaz de hablar— ¿él quería a tu
mejor amiga?— asiento nuevamente— escúchame Elissabet— dice para que lo mire a
los ojos— yo nunca te haría daño, porque el amor que siento no me lo permite,
nunca me había enamorado así, eres la chica de mi vida, y si tuviera que elegir
entre mi vida y la tuya, elijo la tuya, siempre serás tú mi primera y única
opción— dice besando mi frente y secando las lagrimas
— Edward sé que nunca me abandonarías, y te amo
por eso, por eso y porque haces que cada día tenga sentido, antes me arreglaba
para que las otras personas vieran lo linda que era…y ahora me arreglo…por ti—
digo confesando
— ¿sabes? Eso no me importa, no me importaría si
fueras rubia o si eres morena, no me importa si tienes mascara de pestañas de una
famosa diseñadora o del más simple que pueda haber, no me importa tu
apariencia, me importas tú, tú y siempre serás tú, todo lo que tienes dentro,
eso es lo que me importa, y al diablo con lo que piense la gente si te ves
linda o no, para mí siempre lo eres, este feliz o enojada, triste o irradiando
alegría, te amo y siempre te amaré— dice sellando su declaración con un beso,
de solo los que él sabe dar. Y así dejo de estudiar, para entrelazar nuestras
manos y estar abrazados, la mayor parte del día.
~ Narradora.
El tiempo ha pasado, y ya han sido 2 meses desde
esa linda declaración de Edward, ellos a pesar de que han tenido sus
discusiones, mínimas por supuesto, han estado juntos; Alisson luego de jurar
nuevamente venganza ha estado desaparecida, y eso le preocupa a Edward, nunca
se puede esperar nada bueno de alguien como ella; Taylor también se ha
reconciliado con Elissabet, esos dos son como hermanos, pelean y al rato se
están riendo, y bueno…ha estado muy cerca de Rosalie últimamente, ella está
encantada, Aunque no quiere decirle nada a él sobre que le gusta, el chico lo
sospecha y parece que su corazón está abriéndose nuevamente, ¿habrá una linda
relación ahí?;
Caroline… bueno Caroline…esta con Paul…no formalmente claro, han
estado saliendo, por decirlo de alguna manera son “amigos con derechos”, Aunque
Paul indefinidas veces, ha querido llegar más allá con Caroline, pero ella se
niega, dice que no está lista, y eso en algunas ocasiones provoca peleas entre
ellos, pero tiene que esperar; Ana…y Andrew… son amigos, han estado muy
conversadores últimamente, ambos se gustan…y mucho, pero Ana no quiere nada con
él, porque puede salir lastimado, no encuentra la forma de decirle que es
vampira, y no sabe si decirle o no; Mario… bueno él…está solo, admira desde
lejos a Elissabet que anda con Edward, siempre. Él la quiere, pero ella lo
odia, ni modo, tendrá que acostumbrarse a eso…tal vez; Alexander o Alex, se ha
hecho muy amigo de Elissabet, como bien había dicho la última vez, se verían
muy seguido, ya que él se inscribió en ingeniera en computación e informática,
al final Elissabet pasó la prueba, gracias a Edward que la ayudo mucho a
estudiar, ¿Quién no quiere un novio que la ayude a estudiar?
Y bueno Aunque
Alex siente una poderosa atracción a Elissabet, ella solo tiene ojos y corazón
para Edward, que a regañadientes acepta que ese tal “Alex” sea amigo de su
novia. Andrés… este hombre, bueno hay un pequeño secreto, él está trabajando
para Alisson, y no, no está hipnotizado, trabaja por recuperar a Caroline, a
través de mentiras por supuesto, Y bueno, hoy pasaran cosas geniales, ¿quieren
ver? Acompáñenme en el recorrido.
Primero veamos que hacen Ana y Andrew…
— ¿a ti te gusta bailar?— dijo el chico mientras
caminaban por las calles de Londres
— mmm me encanta, pero…no sé bailar— dice riendo
junto con el chico
— perfecto, entonces vamos
— ¿A dónde?
— a una discoteca de aquí cerca, ¿quieres ir?
— eh…yo no salgo mucho
— hay vamos…— decía insistiendo como un niño
— bien, ¿pero tendré que ponerme vestido y todo?
— si quieres, no es una cita…es una salida de
amigos— ni él se creía eso, ni la chica quería creer eso
— ok, salida de amigos entonces— sonríe
— paso a buscarte en media hora
— perfecto, nos vemos— dice entrando a su casa, ya
que habían llegado
— sí— dice celebrando mientras entra a su casa.
— ¿él siempre es así?— pregunta Edward a Elissabet
en un susurro
— no… de hecho solo cuando está feliz…y él nunca está
feliz— dijo asustada la morena— ¿Andrew?
— si hermanita preciosa
— ¿Qué te pasa?
— nada ¿por?
— acabas de llegar a casa prácticamente saltando,
y me dijiste “hermanita preciosa”
— ¿no te gusta que te llame así?
— si…pero no… ¿Por qué estas feliz? A tu edad
tienes que estar leyendo revistas, y comiendo papilla por un aparato— dio y
Edward con ella rieron
— ok, bueno. Me voy a arreglar, nos vemos— dijo
subiendo y viendo que podía ponerse.
Mientras dejaba a una confundida Elissabet
y un presentimiento raro en Edward
Ahora, vamos a ver que estará haciendo Ana.
— Hey ya volviste— dice el morocho
— si— dice sonriendo
— ¿Qué te pasa?
— nada ¿Por qué la pregunta?
— porque te dije “hey ya volviste” y se suponía
que tú dijeras, “no Aun no he llegado” sarcásticamente
— oh…mmm… bueno pues no se
— ¿vas a salir?
— sí
— ¿sola?
— no— dijo y su sonrisa se extendió más
— ¿mataras a tu cita?
— no es una cita— Aunque ella sabía que si era una
cita— y no la matare
— ¿Quién es?
— mmm se llama queti
— ¿queti?
— importa— dijo sacándole la lengua y yendo a su
habitación.
Y aquí empezaba el dilema ¿Qué se ponía? No quería
ir demasiado formal, pero tampoco informal, era su primera cita en mucho
tiempo, ¿Cómo debía peinarse? ¿Cuánto maquillaje debía usar? ¿Por qué esto era
tan difícil? Y se tiro en la cama frustrada, ¿Qué podía hacer? Y en eso se le
ilumino el cerebro: Elissabet. Saco su teléfono, que había comprado uno nuevo,
era un Samsung Galaxy Tablet, y marco el número de su amiga, casi mejor amiga. Aunque
sabía que esto de encariñarse tanto con su víctima no era nada bueno.
— ¿Ana?— dijo la castaña contestando del otro lado
— Elissa necesito tu ayuda— dijo casi desesperada
— ¿pasó algo?— dijo asustada
— no— sonríe— es que…mmm…voy a tener una salida de
amigos, y no sé qué ponerme
— uyyy, ¿y conozco a ese amigo…? ¿ES ANDREW?
— ¿Qué? No
— Ana… no
sabes mentir
— Vale sí
es él, ¿me ayudaras?
— voy para allá— dice la castaña cortando la llamada
Perfecto, en unos minutos, la reina de la moda la
ayudaría, ¿ el peinado, maquillaje, accesorios y zapatos también, verdad? A los
segundos se escuchó como golpeaban la puerta, apresuradamente, Ana llego rápido
a la puerta, antes que Taylor se parara, y vio a Elissabet con ropa que no era
falda, de hecho estaba con un buzo color purpura, una camiseta manga larga de
color celeste que dejaba ver su estómago plano y unas zapatillas, llevaba el
cabello en un estilo sin peinar, pero Aun así tenía sus ondas y algo de rímel,
no mucho, ¿se veía bien con todo esta chica? Se preguntaba Ana
— gracias por venir, ven. Vamos— Dijo casi
arrastrándola por la casa, para llevarla a su habitación, y mientras corrían.
— hola Tay— alcanzó a decir la castaña antes de
ser arrastrada por las escaleras
— eh… hola preciosa— sonrió sorprendido por verla
ahí
— bien Elissa gracias por venir, tienes que
ayudarme. Hace mucho que no tengo una cita, y no sé qué ponerme, no sé cómo
peinarme ni sé que maquillaje usar, o que zapatos tengo que ponerme— dijo Ana
tan rápido que Elissabet apenas pudo entender
— bien— sonríe aturdida— veamos que tienes por
ropa— dice acercándose al armario del baño.
La chica comenzó a buscar la ropa para su aterrada
amiga, viéndolo bien, tenía ropa muy bonita, pero no sabía que ropa elegir ya
que no sabía a dónde irían.
— ¿A dónde van a ir?
— me dijo que iríamos a una discoteca
— pero si él ni siquiera sabe bailar— dijo riendo
— ¿ah no?
— no, es más tieso que una tabla— y ambas chicas
rieron
— ¿y qué hago?
— emborráchalo
— no voy a emborrachar a tu hermano, para que
después me deje en vergüenza
— ash…bien, deja buscar algo.
Y la chica siguió buscando, estaba entre unos
jeans ajustados y una camiseta pegada al cuerpo, con un pequeño escote y un vestido
color blanco, puso la ropa frente a su amiga, y se decidió por esto por un
vestido color coral, ya que ninguna de las otras cosas la convencía.
— mmm ¿Elissabet?— dijo mientras estaba sentada
frente al espejo de su cómoda, esperando a que la chica saliera de su armario
— ahí voy— grito
— apúrate, me viene a buscar en quince minutos
— ok, ya vine. No seas dramática, vive aquí al
lado— Dijo mientras dejaba la ropa en la cama— bien tenemos que sacarle
provecho a tu pelo, que ha crecido pero no lo suficiente como para hacer una
cola de caballo con ondas en las puntas
— estoy en tus manos
— perfecto— y una sonrisa de chica mala se posó en
los labios de la castaña
Okey dejemos a las chicas trabajando, ¿Qué estará
haciendo Andrew?
— ¡no sé qué ponerme! ¿Qué hago? Ya solo quedan 5
minutos, y yo Aun no sé con qué vestirme
Andrew estaba sentado en la cama, mirando con
desesperación el closet, parecía una chica, pero era su primera cita, a las
otras chicas no las llevaba a citas, solo se conocían en un bar y… bueno ya
saben que sigue después. Edward que estaba abajo mirando televisión, ya sabía
que Andrew le pediría ayuda.
— 3…2…1…— dijo contando el chico
— Edward necesito tu ayuda— Edward sonrío al
escuchar como Andrew se colocaba frente al televisor desesperado
— ¿en qué quieres que te ayude?— había escuchado
todos los gritos desesperados, pero…disfrutaba viendo sufrir a Andrew, claro
sin mala intención
— hay ya sabes para que
— ¿para qué?
— Edward…
— quedan tres minutos— dijo mirando el reloj
mientras sonreía
— bien, ayúdame a elegir que ponerme, para mi cita
con Ana
— así me gusta, haz hablado con la persona
correcta. Después de estar casi 3 meses ya con Elissabet, he aprendido mucho—
sonríe satisfecho mientras suben las escaleras— ¿QUÉ RAYOS PASO AQUÍ?— dijo
entrando a la desordenada habitación de Andrew, si es que a eso se le podía
llamar habitación
— no sabía que ponerme— dijo encogiéndose de
hombros
— eres peor que una mujer
— ¿me vas a ayudar o te vas a burlar?
— ambas— sonrío ampliamente
Edward comenzó a buscar en toda la ropa, algo
digno, pero tenía el mismo problema que su novia, no sabía dónde iba a ir
Andrew.
— ¿Qué pasa?— dijo Andrew al ver que Edward dejaba
de buscar
— ¿A dónde irán?
— la quería llevar a una discoteca— dijo pasándose
las manos por el pelo Aun húmedo después de la ducha
— ¿y sabes bailar?
— la verdad, verdad…no— y Edward comenzó a reírse
— ¿la vas a llevar a una discoteca y no sabes
bailar?— dijo riendo
— no se me ocurrió ningún otro lugar
— mmm pues hay lugares más románticos, hay playas,
parques, parques de diversión hay infinitos lugares, que son muchos más
románticos que la discoteca
— ¿y tú qué sabes?
— le pedí a Elissabet que fuera mi novia en una
playa desierta, luego iba a tocarle una canción donde declararía mi amor, había
un chefs y un mesero atendiéndonos solo a nosotros y además yo sí sé de romance—
dijo satisfecho por su respuesta, y sonriendo como tonto al recordar su primer
beso con la chica que ama, que amó y que seguirá amando
— estúpido cursi y presumido
— cursi o no, ya llevamos casi 3 meses juntos—
sonríe ampliamente de nuevo
— bien, ¿y donde la llevo?
— ¿Qué te parece un restaurant?
— lo que sea, ya hemos perdido mucho tiempo, debe
estar lista hace mucho tiempo ella
— ¿Ana? por favor, es una chica y…esta con Elissabet
así que…se demoraran mucho— dijo riendo junto con Andrew
— okey, un restaurant parece perfecto.
— bien, luego te digo algo para que ella quede en
shock y no podrá decirte que no.
Y aquí comenzó a buscar algo lindo y elegante para
un restaurant, ¿algo negro o azul marino? ¿Con corbata o moño? ¿Chaqueta con
manga o sin manga? Preguntas muy difíciles para Edward. Finalmente se decidió
por algo casual, sin chaqueta, camisa y pantalón azul marino, y zapatos negros.
Se vería…pasable
Mientras Edward veía la ropa, Andrew prácticamente
se estaba mordiendo las uñas, y lo peor es que recibió una llamada…de su
hermanita.
— ¿Hola?— dijo el chico temeroso
— ¿POR QUÉ AUN NO HAS LLEGADO?— gritó en el oído—
Ana está nerviosa, porque piensa que no vendrás
— ya voy, es que… Edward está viendo que me pongo
— ¿Edward?
— Sí
— esto es malo— dijo más para sí misma, pero de
igual manera Andrew la escucho y sintió más miedo— ¿quieres que vaya?
— no, claro que no— dijo casi ofendido, no dejaría
que su hermana lo vistiera.
— okey entonces pásame a Edward
— no, está ocupado
— Andrew Steven Brown
Payne, o me pasas ahora mismo a Edward, o voy para allá
— Okey te lo paso— dijo temeroso de lo que su
pequeña hermana podía hacer— Edward teléfono
— ¿Quién es?— grito desde el armario que estaba en
el baño
— tu novia
— Pásamela— dijo corriendo como humano, hacia el
teléfono, feliz de escuchar a su amada— hola linda
— Hola guapo— y ambos rieron
— ¿Qué pasa?
— ¿les estas eligiendo la ropa a mi hermano?
— sí— dijo
apoyando el teléfono entre el hombro y el oído para seguir viendo la ropa, Aunque
ya tenía algo que estaba casi seguro, le quedaría bien
— ¿y ya la elegiste?
— si, elegí una camisa y un pantalón azul marino,
más zapatos negros— dijo orgulloso de su elección
— muy bien cariño, ya sabes combinar ropa
— aprendí de la mejor
— owww ¿en serio?
— si, aprendí de la famosísima Caroline Herrera
— ¿Qué carajo acabas de decir?— dijo furiosa la
chica
— hay cariño solo bromeaba, aprendí de Donatella Versace
— ¡EDWARD!— gritó Elissabet
furiosa
— me encanta cuando te
enojas
— eres un idiota
— pero Aun así me amas
— si— sonrío al fin
— ya preciosa, nos vemos
en unos minutos
— apúrense que Ana está
muy nerviosa
— ¿y crees que Andrew
no? Ahora se está mordiendo las uñas de los pies
— ok nos vemos— dijo
riendo
— nos vemos. Ah Elissabet
— ¿sí?
— Te amo— sonrío
— Yo más— dijo cortando
con una sonrisa de idiota en la cara
El chico salió de ahí, y
le pasó la ropa a Andrew que entró rápidamente al baño y a los tres minutos,
contados salió de ahí, dejó un botón si abrochar, y le daba un estilo único, se
arremango las mangas, se pasó las manos por el pelo, saco su billetera, las
llaves del auto, se puso su reloj, y
bajó al living donde Edward estaba mirando televisión, nuevamente. Edward al
ver a Andrew bajar, comenzó a reírse, y éste no entendía por que
— ¿de qué rayos te ríes?
— Pareces… un Kent… de
colección— dijo agarrándose el estómago de tanta risa
— Ya cállate, y vamos— Aunque
igual le causaba gracia la broma
— un Kent de colección—
salió riendo de la casa junto con Andrew.
Mientras tanto en la
habitación de Ana, Elissabet trataba de calmarla, ya que pensaba que Andrew la
dejaría plantada
— ya cálmate, acabo de
hablar con Edward, ya vienen
— es que…hace mucho…que
no tenía…una cita— dijo hiperventilándose
— ¿Cuánto tiempo?
— ¿ciento veinte años?
¿Más? No se
Y en ese momento sonó el
timbre, Ana se paró rápidamente y Elissabet sonreía, abajo se escuchaban las
risas de los chicos, Ana estaba muy nerviosa, y a cada momento tocaba la cruz
de collar, Elissabet bajo con su porte de siempre, y se fue a los brazo de su
novio que la abrazo y le dio un corto beso en los labios, Elissabet vio a
Andrew y quedó muy sorprendida, le arreglo el cuello y le sonrío, esto parecía
más una despedida o una boda que solo una cita.
— ¿Dónde está?— pregunto
impaciente
— cálmate, ahí viene—
dice la chica mirando a la escalera.
En ese momento, una
chica vestida de color coral, el cabello con ondas castañas y muy bien
maquillada, con una tímida sonrisa, bajó la escalera, para que decir como
estaba Andrew, él estaba embobado y se preguntaba ¿podría esa chica aceptar ser
su novia?
— ¿Qué pasa? ¿Tengo algo
en la cara?— dijo tocándosela asustada, al ver que Edward, Taylor y Andrew la
miraban atónitos
— no Ana, estas hermosa—
dijo Elissabet sonriendo y Edward la abrazo por atrás
— vaya que hiciste un
buen trabajo con mi hermana— dijo en su oído, lo que provoco un estremecimiento
agradable en el cuello de la chica
— yo no hice nada, solo
elegí a ropa, los accesorios, los zapatos, el peinado y eso— sonrío
— menos mal que no
hiciste nada
— bueno tal vez la ayude
un poco con el maquillaje— sonrío una vez más
— te amo
— yo más— y juntaron sus
labios
— te ves… muy…linda—
sonrío Andrew tímido, parecía un niño de primaria en su primer día de clases
— gracias— le sonrío de
vuelta— tú no te quedas atrás— y el chico le sonrío de lado
— ¿nos vamos?— ofreció
su brazo
— claro— lo tomo muy
segura
— hey la quiero aquí
antes de medianoche— dijo Edward tomando su postura de hermano celoso
— ni un minuto más ni un
minuto menos— siguió Taylor
— les diré lo mismo
cuando tú— dijo refiriéndose a Edward— saques a mi hermana y tú— señalo a
Taylor— saques a Rose
— a mí no me metas, yo
me mando sola— dijo Elissabet sacándole la lengua
— esa es mi chica—Edward
la abrazo por detrás
— y a mí no me metas
porque Rose solo es tu prima, además solo somos amigos
— ¿oíste eso Elissabet?
ahora se llaman “amigos”— y ambos hermanos, junto con Edward y Ana rieron
— ya váyanse de una vez—
dijo Taylor bromeando
— si vamos— dijo
saliendo por la puerta, y Elissabet levanto el pulgar deseándole suerte—
¿iremos a la discoteca verdad?
— no, creo que no sea un
lugar adecuado para alguien vestida así— dijo abriendo la puerta del auto
— ¿Así como?— dijo
sentándose
— no me malinterpretes,
es que…te ves muy…linda…y no quiero golpear a nadie— dijo cerrando la puerta y
rodeando el auto
— parece que te estás
juntando mucho con Taylor y Edward— dijo mientras Andrew ponía el auto en
marcha
— tal vez, pero creo que
el lugar al que te llevaré será el indicado— dijo cerrándole un ojo, y Ana
sintió como en su estómago habían mariposas.
Se fueron todo el camino riendo de cosas sin sentido, Aunque ambos estaban muy nerviosos, Andrew preocupado por la pregunta que le haría, y Ana porque era su primera cita…en mucho tiempo, cuando Andrew llego al restaurant, que en un letrero grande se leía el nombre Clos Maggiore, Ana estaba impresionada, porque se veía que era un restaurant muy elegante, típico de gente como Andrew y Elissabet, Andrew se bajó del auto, y abrió la puerta de copiloto de Ana, que gustosa tomo su mano, un cosquilleo la invadió, pero no solo a ella, a él también.
Andrew le paso las llaves del auto al aparcador, y éste se sorprendió al ver el Lamborghini de color negro que manejaba Andrew, ambos chicos se dirigieron al restaurant donde hace unos minutos atrás, Andrew había llamado para reservar la mejor mesa, la recepcionista le había dicho que no había mesa, pero Andrew le dijo que estaba dispuesto a pagar cualquier cantidad para reservar la mejor mesa, y la recepcionista no tuvo otra opción que aceptar. Se pararon frente a la recepcionista y Andrew hablo.
— buenas noches, tengo reservada una mesa
— ¿A nombre de quién?— dijo la chica batiendo sus pestañas exageradamente en dirección a Andrew
— Andrew Brown
— ah sí— le sonrió coqueta— pasen por aquí— dijo y los guio a una mesa en el patio, donde solo había una mesa, la de ellos. Había una chimenea que le daba un toque hogareño al lugar, y unos violinistas— espero sea agradable su estancia aquí— dijo dirigiéndose más a Andrew que a Ana
— Así será, ¿verdad amor? — dijo Andrew tomando la mano de Ana, ella lo miró extrañada
— sí mi vida—le sonrío y se apegó más a él, provocando que la recepcionista saliera lo más rápido de allí
— te debe haber costado un montón de dinero— dijo la chica impresionada
— no, es algo que puedo pagar— y le sonrío— siéntate— dijo arrastrando la silla hacia atrás, para que Ana se sentara
— gracias
— buenas noches, soy Tim y seré…su…mesero— dijo apenas ya que se quedó pegado mirando a Ana, una de las ventajas de ser inmortal, es que para todas las personas que te ven, eres “hermoso (a)” y pues se quedan pasmados— ¿Qué van a pedir?— dijo sin dejar de mirar a Ana
— quiero un plato de Sunday roast y puddin Yorkshire— dijo mirando el menú
— ¿y para la linda señorita?
— ¿Andrew que es lo mejor aquí para comer?— ella estaba muy nerviosa, no
por el mesero, sino porque como era vampira, no estaba acostumbrada a comer
comida humana, y en algunas ocasiones, casi la mayoría, le resultaba repulsiva
— oh cariño— dijo tomándole la mano, para que el meserito de segunda viera
que ella venía con él, y funciono de igual manera que con la recepcionista—
pide lo que quieras, recuerda que yo invito— y le cerró un ojo, Ana se río por
la actitud de Andrew pero no se soltó de
su mano.
— gracias amor— le sonrío— ¿Qué contiene la Ternera Wellington?
— bueno esto contiene un filete entero de ternera cocida en la pasta es el
equivalente del filete de ternera empanado francés, el cual le da un sabor de
patriotismo— pareciera como si hubiera tenido que memorizar cada receta de cada
plato pensaba Ana al escuchar al mesero decir todo eso tan… mecánicamente
— ok, tráigame uno de esos
— vengo en seguida— y se fue no sin antes darle una sonrisa a Ana.
— idiota— dijo en voz baja
— ¿pasa algo?— Ana escuchó de todos modos, y le dio risa pero quería
escuchar el porqué del enojo, ¿estaría celoso? Claro que no
— no nada
— ¿ok?— dijo riendo, porque Andrew Aun no soltaba su mano— es muy lindo el
lugar
— sí y muy privado
— ¿y para que quieres algo privado?
— no me gusta mucho el ruido, cuando tengo cosas importantes
— ¿y qué cosas importantes vas a hacer hoy, Y aquí?— ella no entendía
porque Andrew, la había llevado ahí. Cualquiera con 2 dedos de frente lo
sabría, pero ella no.
— te lo digo luego de comer
— vale— le sonrió
Y se quedaron conversando temas al azar mientras llegaba la comida, Andrew
en su mente preparaba las palabras que diría, no quería que nada saliera mal, y
Ana se preguntaba ¿Por qué tanta elegancia y todo solo para una salida de
amigos? Por Dios que alguien golpee a esta chica, para que se dé cuenta.
Los
platos llegaron, y el de Ana se veía delicioso, era carne de ternera envuelto
en una masa que se veía deliciosa, con algo de guisantes para acompañar y una
pasta amarilla, claro por supuesto sin olvidar el vino de mejor calidad, el
plato de Andrew constaba de un asado de cordero, con pudin de Yorkshire, no me
pregunten qué es eso, porque no tengo la menor idea, lo único que sé es que se
veía delicioso, Andrew chasqueo los dedos, y los violinistas empezaron a tocar
una balada suave de “me enamore de ti” de Chayanne, justo para la ocasión. Y ha
llegado el momento, ambos habían terminado su cena, y estaban muy alegres
platicando, cuando la canción dijo “no
hay nada que inventar, no hay nada que decir…me enamore de ti” ahí Andrew
se levantó de su asiento ansioso
— este tiempo de amigos a tu lado, ha sido grandioso, y bueno yo ya no
quiero seguir siendo tu amigo— si Ana hubiese tenido el corazón latiendo… se
hubiese roto en mil pedacitos, ella no se imaginó que él no la quería como su
amiga, tal vez ella era muy tonta, o quizás muy obvia en las actitudes, pero
Andrew siguió hablando— quizás no soy lo que tu esperabas como un príncipe
azul, probablemente hay mejores chicos más lindos que yo, no en realidad yo soy
el más lindo— y ambos rieron, ella con menos ganas que él— y Aunque sé que soy menos de lo que mereces…
¿Aceptarías ser mi novia?— Ana nunca se lo imagino, ella pensó que a él no le
gustaba o que solo la quería como una amiga, pero por primera vez le pedían
algo así, y ella estaba en shock— vamos Ana contéstame— dijo el chico afligido
por la espera.
— s…i…si—
logro decir, con unas lágrimas traicioneras que se escaparon por la emoción
—
¿di…dijiste…que….sí?— ella asintió— DIJISTE QUE SÍ— la levanto en brazos y
ambos se miraron a los ojos.
Andrew le
acaricio la cara tiernamente, y sintió su piel fría, Ana sintió la cálida mano
de Andrew en su mejilla y poco a poco comenzaron a acercarse, hasta que sus
labios se juntaron en un dulce y tierno beso, se querían, ambos SE QUERIAN, se
separaron y se miraron mutuamente con los ojos llenos de brillitos, Ana Aun tenía
los ojos cerrados como disfrutando el momento, y una sonrisa se formaba en la
cara de Andrew, este momento era el mejor de su vida.
— te quiero
— yo
también— dijo ella abriendo los ojos, y mirando esos ojos azules donde se
perdía habitualmente y con mucha facilidad y Andrew miraba esos ojos verdes que
lo transportaban a otro mundo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario