~ Elissabet.
No puedo creer todo lo que me han contado, es
increíble que se hayan enamorado de una vampira que mató a sus padres, tengo
miedo mucho miedo, y si ellos pierden el control me pueden matar, no quiero que
estén cerca de mí… NUNCA MÁS.
— ¿Y bien?— dijo Taylor mirándonos, se veía mal,
arrepentido, triste, no sé pero no me convencerán.
— Pues…— ¿Cómo comienzo?— son unos monstruos, los
odio, ¿Cómo pudieron dejar que esa perra matara a sus padres? NO HICIERON NADA—
dije enojada.
— Es…— ah no, ahora hablare yo. E interrumpí a
Edward
— no quiero escucharte, no quiero que me hablen,
no quiero verlos nunca más en mi vida.
— Pero Elissa— dije Taylor triste.
— no Taylor, pero nada, Aléjense de mi— dije
escupiendo esas palabras.
— No me pidas eso Elissabet— dijo Edward triste
— ¿pedirte qué? ¿Qué te alejes? Por favor Edward
mírate matas gente para sobrevivir, ni siquiera tomas sangre envasada, MATAS
GENTE, eres un monstruo, y no quiero tenerte cerca— vi como su cara se ponía
triste, no me importa.
— no me alejare nunca de ti.
— ¿a no? ¿Y porque?— dije levantando una ceja.
— porque… porque…
— ¿Por qué que Edward?— le dije gritando al ver
que no contestaba
— Porque yo te amo Elissabet — no lo creo, ¿me
ama?
— si seguro, ¿Cuántas veces se lo dijiste a Alisson?
— Era solo una ilusión, ella me hipnotizó— dijo
exasperado.
— Edward ya no creo ninguna palabra que me dices.
— pero si nunca has hablado conmigo.
— pero… pero… pero ese no es el punto, el punto es
que quiero que se vayan, son unos monstruos.
— Elissabet cálmate— me dijo Caroline cabizbaja
— no me pidas que me calme, acabo de enterarme que
MI mejor amigo al que consideraba como un hermano es un maldito chupasangre—
dije con odio, vi su cara y estaba triste, e incluso una lagrima corría por su
mejilla, hay Dios ¿Qué hice?— no Taylor perdón…
— no te preocupes Elissabet no tienes nada que
pedir perdón tienes razón, solo soy un maldito chupasangre, no te sientas mal
yo también me odio.
— Taylor yo…
— ¿Elissabet? ¿Caroline? Ya llegue— dijo Andrew
interrumpiéndome.
— Aquí estamos— dije hablando sin dejar de mirar a
Taylor que tenía su mirada baja.
— Hey hola Taylor— dijo mi hermano dirigiéndose a
abrazarlo— volviste que bueno, Caroline estaba muy triste, y aunque no lo
dijera sabía que era por ti.
— Si volvimos hoy— dijo sin muchas ganas.
— ¿saben? tanto estudiar me dio hambre, que les
parece si pedimos pizza, ¿si quieren? a tú también Edward— dijo mi hermano
entusiasmado, pero nadie tenía ganas de comer.
— no gracias, yo ya me iba— dijo Edward mirándome
como suplicando que le dijera que se quedara, pero no podía.
— Sí, yo también ya es muy tarde— dijo Taylor
imitándolo.
— Chicos ¿están bien?— pregunto al ver sus caras.
— Sí, no te preocupes yo ya me voy, adiós Andrew,
adiós Caroline, adiós Elissabet — dijo Edward, lo último casi en un susurro.
— Bien adiós— dijo mi hermano extrañado.
— Adiós amor— dijo dirigiéndose a besar a
Caroline, pero ella solo se despidió con un beso en la mejilla.
Ambos salieron por la puerta, y eso en cierto modo
me puso triste, algo invadió mi corazón, no sé si era porque Edward me había dicho
que me amaba o porque se me encogió el corazón al ver su cara cuando le dije
que era un monstruo, lo único que sé es que en éste momento tenía unas ganas
increíbles de llorar, dormir y nunca despertar.
— ¿Qué paso aquí?
— nada hermanito, me iré a dormir ya es muy tarde
y estoy cansada— dijo Caro dándole un beso en la mejilla a Andrew y luego a mí
para subir a su habitación.
— Yo también me iré a dormir, ha sido un día muy
largo, te quiero bye— dije despidiéndome de él, yendo a mi habitación,
tirándome en mi cama y comenzando a llorar desconsoladamente.
~ Edward.
Con Taylor nos fuimos a casa, ninguno dijo nada,
cuando llegamos ambos subimos a nuestras habitaciones, ni siquiera vi si Lori
había llegado, y tampoco me importaba, me tire en mi cama, y comencé a llorar,
sí yo Edward Lowell llorando por una chica, ¿Cómo alguien puede cambiarme el
humor tan rápidamente? Me rechazo, por primera vez en mi larga vida me rechazan
y me duele, ¿Por qué no me ama? Dice que soy un monstruo, que me odia, que no
la amo, me duelen sus palabras casi tanto como cuando me ignoraba, eso era
mucho mejor que esto, y lo peor de todo es que aun así la sigo amando, ya no
quiero vivir, no vale la pena, quiero dormir para siempre, ahora iría a buscar
una estaca y me la enterraría, así ya no sufriría, pero ni siquiera para eso
tengo fuerzas, la olvidare a como dé lugar, guardare el amor en un cofre dentro
del rincón de mi corazón, lo cerrare con doble llave, lo tirare al mar, y no lo
abriré hasta que ella me diga que me ama, ¿a quién engaño? No la puedo olvidar
y nunca lo hare…
**2 Semanas después**
He estado aquí en mi habitación encerrado, no he
salido y no pretendo salir, no he bebido nada de sangre y no tengo ganas de
hacerlo, solo he bebido litros y litros de alcohol Taylor no está mucho mejor
al parecer, la diferencia es que él sí ha ido a la universidad, yo pensaba en
inscribirme, para estar cerca de Elissabet pero ahora que paso esto no tiene
sentido hacerlo, Lori… bueno Lori ha tratado de hablar conmigo para que salga,
pero no quiero, no tengo fuerzas, ya no puedo más, ni siquiera Elissabet ha
venido, es como si yo no le importara, y eso… eso me duele mucho.
~ Elissabet.
Ya han pasado 2 semanas, desde todo lo de Edward y
Taylor, no he querido salir, ni siquiera a la universidad, Andrew está muy
preocupado, es seguro que le ha de haber preguntado a Caroline, pero dudo que
ella le haya dicho algo, no entiendo porque estoy tan triste, se supone que no
me gusta, pero al ver su cara cuando le dije que era un monstruo, me dio pena,
pero no estoy segura de que sea por eso que estoy así, no sé, hay algo en mi
mente que me dice una de las probabilidades, pero no quiero saberla, en unos
días va a ser el cumpleaños de Caro y mío, espero que me pueda olvidar de todo
esto, con eso del cumpleaños, después de todo no se cumplen 19 años todos los
días, pero me duele saber que Edward no se ha acercado, claro debe tener muchas
cosas más importantes que hacer, me duele mucho saber que, aunque hay una
pequeña probabilidad… es posible que me haya olvidado, y pensar en eso me duele
más de lo que yo creía.
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