Al abrirlo vi que era algo así como un libro con
clave, pero no era pantalla táctil, era una hoja gastada y amarilla, se notaba
que era muy antigua, tenía un rectángulo en medio, y dentro del rectángulo
había seis líneas, parecía como si hubiese que escribir algo sobre ellas, toqué
la hoja y se hizo un punto donde mi dedo había estado mi dedo. Miré a Taylor
que tenía la misma cara de sorpresa que yo, deslicé el dedo por la hoja y se
formó una línea por donde había pasado mi dedo, a los segundos después la línea
desapareció como si nunca hubiese estado allí
— Hay que colocar una clave allí, el libro no se
puede abrir— me dijo Taylor quitándome el libro y examinándolo
— ¿Una clave? ¿Qué clase de clave puede haber
puesto Lori?
— ¿Algún hechizo?— me encogí de hombros— Probemos
con nombres— sugirió
— Prueba con “Alisson”— le dije
— Solo son seis líneas, el nombre de Alisson tiene
siete letras
— Entonces quítale una “s”
— Okey— escribió las letras sobre las líneas y al
terminar salió un candado que significaba que no era esa la clave, y debajo de
eso decía “Solo dos intentos más” miré
a Taylor confundido
— ¿A qué se refiere eso de “dos intentos”?
— No lo sé— se rascó la cabeza
— Si es una clave, debe de ser algo importante para
ella, no es una fecha porque ninguna fecha contiene solo seis dígitos, no es un
hechizo porque sus hechizos siempre eran largos, así que es un nombre… de
alguien importante para ella— dije pensándolo detenidamente— Su novio… ella
tenía novio, ¿Cómo se llamaba?
— ¿Jackson?
— ¿Y yo como quieres que sepa? si tú eras el amigo
al que le contaba todo
— Era con “J”
— Hay millones de nombres con “J”
— Jason— le dije pero él negó con la cabeza
— ¿Qué hacen?— escuchamos una voz a nuestra
espalda, nos giramos e instintivamente Taylor escondió el libro detrás de su
espalda, eran Elissabet y Caroline las que estaban apoyada en la puerta con los
brazos cruzados
— Nada— contestamos Taylor y yo al unísono, ellas
entrecerraron los ojos… odio que hagan lo mismo a veces… traté de leer los
pensamientos de Elissabet para saber que pasaba por su cabeza… pero una pared
invisible me lo impidió… la miré confundido, traté nuevamente… pero mientras
más intentaba meterme en su cabeza… mayor era el golpe que se daba mi mente al
chocar con esa pared invisible
— ¿Por qué tienes esa cara?— me preguntó Elissabet
— ¿Por qué no puedo leer tus pensamientos?
— ¿A qué te refieres?— ella ladeó la cabeza
— No puedo leer tu mente, una pared invisible me lo
impide
— Eso suena muy estúpido Edward, siempre has podido
leer mis pensamientos… aun en contra de mi voluntad— vi como Caroline abría los
ojos y le susurraba algo en el oído, traté de escuchar pero la pared invisible
me seguía frenando, Elissabet la miró extrañada pero rápidamente su expresión
cambió a comprensión, ambas sonrieron
— ¿Por qué sonríen como si hubiesen hecho alguna
maldad?— preguntó Taylor
— Creo que hay que decirles— sugirió Caroline
— ¿Decirnos qué?— ambas sonrieron nuevamente, sus
sonrisas me recordaban a la sonrisa del gato de “Alicia en el país de las
maravillas”
— No, que ellos nos digan primero que esconden en
sus espaldas— Con Taylor nos miramos y negamos con la cabeza, no caeríamos en
su juego de chantaje— Ah bueno— sonrió Elissabet nuevamente, y vi como salían
de la habitación. Me crucé de brazos esperando que regresaran
— ¡Esperen!— gritó Taylor persiguiéndolas, yo me
quedé mirándolo con cara de “¿Qué haces?” “Nuestro orgullo se rompió”— lo
encontramos con Edward en el armario de Lori, puede ayudarnos— dijo Taylor en
la puerta, ambas chicas retrocedieron con una expresión indescifrable en sus
rostros
— ¿A qué te refieres?— preguntó Caroline
— Primero díganos porque sonrieron tantas veces—
les dije antes de que Taylor soltara toda la información
— ¿No puedes leerme los pensamientos verdad?—
preguntó Elissabet, yo negué con la cabeza y ella tocó a Caroline— Inténtalo
nuevamente— lo hice y… si pude, es como si la pared invisible nunca hubiese
existido “Quiero poner mis labios sobre
los suyos…ahora” leí los pensamientos de Elissabet, me reí y ella me guiñó
un ojo
— ¿Pueden decirme qué pasa por favor?— preguntó
Taylor exasperado
— El don de Caroline es bloquear cualquier tipo de
don que intenté meterse con ella, ¿Captas verdad?— Taylor negó con la cabeza,
ella suspiró— Caroline tiene el don de bloquear cualquier tipo de poder
vampírico que intenten usar con ella, por ejemplo Edward no puede leer sus
pensamientos porque ella está protegida contra todo eso, incluso con la
hipnosis— Taylor absorbió cada palabra… y como si una ampolleta se hubiese
encendido en su cabeza… sonrió
— Por eso fue… lo de la memoria…— susurró, con las
chicas nos miramos sin entender, él levantó la vista y se encontró con que
todos lo mirábamos— Cuando ocurrió la pelea entre Elissabet y Edward, donde Ana
y yo nos habíamos aliado con Alisson, ella me confesó que había hipnotizado a
Caroline para que olvidara todo, así que si se recuperaba de la amnesia no
recordaría nada de todos modos, ella la hipnotizó para que olvidara todo lo que
pasó con nosotros… como si nunca nos
hubiese conocido, pero realmente la hipnosis nunca funcionó porque desde que
fue humana ella siempre tuvo ese don, nunca la afectó ningún don vampírico ¿Me
explico?— nos preguntó, yo iba a asentir con la cabeza… pero luego negué porque
me perdí en los labios de Elissabet y dejé de escuchar cuando Taylor decía “Elissabet y Edward” — Ella nunca le borró
la memoria para siempre, su hipnosis nunca funcionó, ella estaba destinada a
ser vampira, por eso su don siempre funcionó
— Oh…— dijimos a coro los tres, Taylor se río
— Este libro puede ayudarnos a asesinar a Alisson—
les dije una vez que el silencio inundó la habitación, ambas chicas me miraron
con un brillo de esperanza en sus ojos— el problema es que tiene clave y no
podemos abrirlo— la cara de cada una de ellas cayó considerablemente de
esperanza a desilusión en dos segundos
— ¿Y saben de qué puede ser la clave?— preguntó
Elissabet
— Es un nombre dedujimos— contestó Taylor
— ¿Y de quién?
— Aun no lo sabemos— negué con la cabeza
— ¿Probaron con el nombre de su novio?
— ¿Lori tenía novio?— preguntó Caroline extrañada
— Sí, pero fue mucho antes de que conociera a Paul.
Se llamaba Jacob— dijo Elissabet, todos la miramos como si le hubiese salido
una tercera cabeza— ¿Qué? Ella me contó muchas cosas de su pasado— se encogió
de hombros y todos no echamos a reír… al hacerlo… fue como si todos los
problemas hubiesen desaparecido… pero no fue así
Taylor escribió el nombre y nuevamente salió el
candado que decía “Solo queda un intento”
Taylor me miró con horror y negó con
la cabeza en dirección a las chicas
— Iré a ver a los bebés— dijo mi lady— han
despertado, seguiré pensando en algún nombre que ella me haya dicho— dicho esto
desapareció
Con los chicos seguimos pensando en alguna
probabilidad… pero… nada… solo quedaba un intento… este libro era nuestra
esperanza… aquí probablemente saldría alguna respuesta de cómo matar a un
inmortal, al pensar en eso… no pude evitar pensar también en mis bebés… ellos
también eran inmortales… pero definitivamente ellos no eran como Alisson… y me
aseguraría de que ella nunca les hiciera daño… no perdería nadie más… no de
nuevo
— ¡Ya Sé!— escuchamos el chillón grito de
Elissabet, a los segundos estaba en la puerta de la habitación con Fernanda en
brazos— Edward— dijo
— ¿Qué?— pregunté, ella comenzó a reírse
— No tonto, Edward es la clave— todos la miramos
extrañados nuevamente— Dejen de verme como si fuese un fenómeno, es horrible—
nos miró seria, le sonreí de lado
— Es imposible que Edward sea la clave— Dijo
Taylor, ella levantó una ceja
— ¿Me dices que es imposible siendo que todos en
ésta habitación somos vampiros, con Edward tuvimos gemelos y el don de Caroline
es fuera de lo común?
— Tienes razón— él colocó mi nombre y todos nos
acercamos a mirar… el candado estaba abierto, todos nos miramos sonriendo
….
Semanas Después….
~Elissabet
— ¿Cuándo iremos de caza?— Fernanda me sacó de mis
pensamientos, la miré… su adorable cabello rubio con algunas partes más oscuras
se movía con el viento, sus ojos verde me miraban con curiosidad y su piel
pálida hacia que pareciese una muñeca hecha a mano. El vestido Lila que se
había colocado la hacía parecer una princesa… mi princesa
— Luego del matrimonio de tu tía Caroline con tu
tío Taylor
— No le enseñes a llamarme tío, odio que me traten
de viejo. Soy muy guapo para envejecer— la voz de mi mejor amigo interrumpió en
la habitación
— Eres viejo, asúmelo… vive con ello
— Y tú no tienes sentido por la moda— me miró
sonriendo
— Al menos a mí no se olvida comprar el pastel de
boda días antes de mi matrimonio
— Eso fue un golpe bajo— me sonrió
Agosto estaba en todo su esplendor delante de nosotros,
las semanas habían pasado sin darnos cuenta, en unas horas Taylor y Caroline se
unirían en santo matrimonio ¿No es genial? Nuestros bebés… aunque es imposible
de creer ya parecían niños de ocho o siete años, habían crecido lindos y
fuertes, Fernanda… mi princesa, tenía el don de provocarle dolor a la gente
cuando estaba enfadada… era horrible, pero le hicimos prometer que no lo usaría
solo si fuese estrictamente necesario… ella a regañadientes aceptó, quería
usarlo en su escuela ya que había una chica que no le agradaba… eso me hizo
recordar a Camille.
Ethan, por otro lado, era muy guapo, había sacado… todo de
mí, tanto sus características físicas, como psicológicas, demostraba ser fuerte
pero cuando estaba solo… a veces se quebraba en llanto, no sabía cómo llevar el
ser vampiro, además… él no tenía don, Caroline dijo que era normal y que
siempre existía esa posibilidad, pero para él era como si faltase un brazo.
Luego de todo lo que pasó semanas atrás en cuanto
al libro y todo… descubrimos que no hay forma de matar a Alisson, descubrimos
también que Lori siempre estuvo de su lado porque me odiaba, ese libro era
además de álbum de criaturas sobrenaturales, un diario donde escribía todo lo
que pensaba. Me enteré de cosas que desearía nunca haberme enterado… como que
ella se había enamorado de Edward y que uno de los motivos por los que se alió
con Alisson… era porque ésta le había prometido que cuando yo estuviese muerta…
resucitaría a Jacob, su novio, fue horrible.
Días después me llegó otro mensaje del mismo número
anterior… pero este sin embargo, no contenía una imagen dolorosa… al menos no
para mí. La imagen mostraba a Lori colgada de un árbol, ella se había
suicidado. Traté de sentirme con algún remordimiento… pero luego de todo lo que
me había enterado no sentía ni siquiera lástima.
— ¡Mamá!— un gritó me sacó de el ensimismamiento en
el que me había metido— ¿Mamá?— la dulce voz de Ethan me llamaba desde la
puerta
— Lo siento cariño, ¿Qué pasa?— sus ojos estaban
cristalizados y su respiración estaba agitada, le di una mirada rápida a Taylor
quien se llevó a Fernanda
— Soñé algo feo— me dijo corriendo hacia mí, estaba
vestido con un traje negro y en el cuello de la camisa tenía un corbatín rojo
que hacía contraste.
— ¿Me quieres contar?— él apoyo su cabeza en mi
pecho y los sollozos comenzaron a salir
— Una señora me habló por los sueños, me dijo que
ella lamentaba haberte engañado y que necesitaba pedirte perdón— lo miré a los
ojos
— ¿Una señora?— él asintió
— Me dijo que mi don era algo nunca antes visto,
que era uno de los dones más importante que pudiese existir dentro de los cinco
más imposibles
— ¿Y cuál es tu don?
— Puedo hablar… con gente… que está muerta— eso me
recordó a la película de “sexto sentido”
— ¿Te dijo su nombre?— él asintió nuevamente
— Me dijo que se llamaba Lori— lo miré con los ojos
muy abiertos
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