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jueves, 15 de enero de 2015

Me traslado



Hola, a todas las partes del mundo que me leen, verán por temas de comodidad, tiempo y personas.... he decidido trasladarme definitivamente a Wattpad. Para los que no saben.... Wattpad es una página donde se suben novelas, ahí se puede comentar y mis novelas son más vistas, el tema es que acá en el blog si bien he recibido más de mil visitas, no hay muchos comentarios, ya sea por falta de tiempo, por falta de interés o por el simple hecho que da pereza y es entendible, el punto es que ya no subiré mis novelas acá y las subiré todas en Wattpad, espero puedan entender y me acompañen de igual manera ahí.

Y si no, pues... fue un gusto que visitaran mi blog, les agradezco montones las visitas de tantas partes del mundo, India, Francia, México, Ecuador, etc. Pero por las razones que expliqué me traslado, las novelas las pueden seguir leyendo en esta página: http://www.wattpad.com/user/Lizz_27

Infinitas gracias, los amo a la distancia.

sábado, 10 de enero de 2015

Capítulo 5~ Tú No Sabes Lo Que Es Ser Yo

 ~Lucy

Siento como mi celular vibra, recuerdo todo lo que pasó anoche. No es muy lindo dormirse llorando, me estiro y abro poco a poco los ojos… me doy cuenta que no estoy en mi habitación.

Es un lugar con cortinas de color verde militar, la habitación no está desordenada. Es pequeño y hay un escritorio lleno de cuadernos encima de él. ¿Me metí con un nerd? Recuerdo que ayer llegué a mi casa, no dormí con ningún chico… bueno nunca he dormido con un chico. Me levanto y camino fuera de la habitación para ir al baño, la casa es de madera… se ve bien descuidada ¿Con quién dormí?

Veo que la casa solo tiene un piso ¿Dormí con un chico pobre y sin gusto? Sigo hasta el final del pasillo y a la izquierda veo una puerta entre abierta, entro allí y veo que es el baño. Genial, necesitaba hacer pis.

Me bajo los pantalones y… Esperen…. Yo llevaba vestido, corro a mirarme al espejo y veo algo que me deja pálida… o pálido ¿Por qué carajo me veo cómo el idiota de Alan?

Comienzo a tocar mi cara y veo mis manos… no soy yo… esto es imposible, de seguro estoy soñando y despertaré en cualquier momento, en mi cama cómoda, con mi habitación pintada rosado y blanco. Bajaré a tomar desayuno y… ¿Por qué me veo como un chico?
Corro a la habitación en la que estaba, supongo es la de Alan, y me acuesto nuevamente en la cama, cierro los ojos, los aprieto tanto que comienzo a ver luces blancas, los abro nuevamente para ver si ya volví a ser yo… y nada.

Miro el teléfono de Alan y veo diez llamadas perdidas, de un número desconocido. ¿Por qué Alan tiene un teléfono tan… feo? Es un celular pequeño, negro y pasado de moda. Reconozco el número dándome cuenta que es el mío. Ese idiota tiene la culpa de todo. Llamo al número y casi al instante me contesta, como si hubiese esperado mi llamado

— ¿Por qué me veo como tú?— decimos al mismo tiempo. ¿Esa es mi voz? ¿Soy así de chillona? Que horrible

— Tenemos que vernos ahora— me dice serio… seria ¿Cómo es?

— Claro, voy para allá

— ¡No puedes!— grita en mi oído

— Tengo tu teléfono en mi oído no es necesario que grites— chillo enfadada… enfadado, ESTOY CONFUNDIDA

— Lo siento, no puedes— dijo más tranquilo

— ¿Por qué no puedo?

— Tienes que ir a recoger a mi hermana a la casa de mi mejor amigo

— ¿En casa de Matt?

— ¿Lo conoces?

— Es mi amigo— me encojo de hombros y luego me doy cuenta de que él no puede verme

— Espérame allí, iré por ti para que podamos ir a buscarla

— Alan… debes saber que odio que me digan que hacer

— Di Prieto… te lo repito por tercera vez… no me interesa— y luego corta

Esto es horrible, me quedo sentada en su cama mirando todo… ¿Cómo pudo pasar esto? Me levanto para cambiarme de ropa ¿Cómo voy a bañarme si tengo que tocar ciertas partes? Él también se bañará… y tocará mi cuerpo… esto es mucho peor de lo que pensé y no puede empeorar…

El celular de Alan comienza a sonar y veo que dice “Matt llamando” contesto.

— Hey hermano, ¿Cómo estás? Ayer desapareciste de la fiesta— me dice animadamente

— Ah sí… me dolía la cabeza— fue la primera excusa que se me pasó por la cabeza

— ¿Seguro?

— Sí— conteste demasiado rápido

— Okey…— escucho en su tono que no me cree mucho— Adivina qué

— ¿Qué?

— Ayer le pedí una cita a Alex

— ¿A mi mejor amiga?— pregunté sorprendida ¿No se llevaban mal?

— ¿Tu mejor amiga?— preguntó sorprendido

— Quise decir, ¿Tú, mi mejor amigo?— ni siquiera yo me creo eso

— Sí, pensé que no aceptaría

— ¿Y cómo lo hiciste?

— Comencé a hablar con ella, le pedí disculpas por cómo me comporté esa vez después del partido y bueno… una cosa llevó a la otra y terminó aceptando salir conmigo— ¿Después del partido? ¿Qué ocurrió después del partido? ¿Por qué ella no me dijo nada?— ¿Hermano? ¿Estás ahí?

— Ah sí

— Siento que estás extraño, ¿Pasa algo?

— No, nada

— Bueno, estoy en tu casa en diez, llevo a Ángella— ¿Quién es Ángella?

— ¿Vienes ahora?

— Sí

— ¿Con Ángella?

— Sí— escuché como reía— nos vemos— dijo y cortó antes de que pudiese decir algo

Marqué mi número rápidamente para llamar al idiota de Alan y preguntarle donde venía. Al tercer tono contestó

— ¿Qué pasa?

— Matt, viene para acá con Ángella. Por cierto ¿Quién es Ángella? No sabía que tuvieses novia

— ¿Cómo que va para allá con Ángella?

— Eso es lo que acaba de decirme— ignoró mi comentario de novia, ¿Por qué me interesa en todo caso?

— Okey, eh… tú quédate allí llego pronto

— ¿Dónde vienes?

— No sé dónde estoy, este lugar está lleno de ricachones que no dejan de mirarme

— ¿No vienes en auto?

— No

— Idiota—susurré— ¿Sabes conducir? Digo, como hombre

— Sí, saqué licencia hace un par de meses.

— ¿Dónde están tus documentos?

— En el mueble al lado de mi cama

— Okey, regresa a mi casa y quédate allí hasta que pase por ti

— Pero Matt llegará

— Es Matt, nunca llega a tiempo

— Cierto— noto como sonríe, ¿Hice sonreír al amargado de Alan Grosse? Esto es un milagro— te espero afuera de tu casa

— Okey, nos vemos— colgué

Caminé hacia el armario que él tenía y vi que solo tenía ropa de color oscuro, ¿Es en serio? Ni siquiera tiene sentido de la moda, negué con la cabeza y tomé una camiseta manga corta de color burdeo oscuro, unos jeans negros y los dejé en la cama.

Obviamente no me voy a bañar, me saqué la camiseta que tenía puesta y me di cuenta de lo duro que tiene su estómago, toqué su abdomen… que tenía los seis cuadraditos, su piel era perfectamente blanca, este chico necesita broncearse. Sacudo mi cabeza y me cambio de ropa rápidamente, busco sus documentos en el mueble que él me ha señalado y veo muchas cosas en él. Encuentro una foto de él cuando pequeño… tiene una niña en brazos, la imagen me causa… ternura.

Saco los documentos rápido antes de seguir pensando estupideces, ahora solo debo concentrarme en volver a ser yo.

Salgo de la casa y veo en el patio delantero un bulto tapado con una manta blanca, camino hacia allí y saco la manta blanca para encontrarme con una hermosa Moto Yamaha Deportiva de color azul, es preciosa y no dudo en subirme en ella.

(…)

— ¿Por qué sacaste mi moto?— es lo primero que oigo salir de su boca… o debo decir ¿mi boca?

— Estás loco si creías que me vendría caminando

— ¿Conoces esos automóviles grandes donde muchas personas van dentro? Se llaman Autobuses y sirven para transportar personas de un lugar a otro

— Solo dame las gracias y ya

— ¿Por qué debería dártelas? Me veo como una mujer— exclama enojado

— Y yo como un hombre y no me estoy quejando

— Tú conoces muy bien el cuerpo de los hombres— dice serio

— Súbete— le ordeno, trato de hacer como que su comentario no me dolió

— Ese es mi cuerpo, esa es mi moto y ese es mi casco. Así que yo conduzco— me quita el casco de las manos y se sube en la parte de adelante para conducir
Me quedo mirándolo en silencio y con los brazos cruzados

— ¿Qué? ¿Necesitas una invitación a subirte a la moto o qué?— no contesto— Lo siento princesa pero no tengo un carruaje tirado por caballos, así que súbete antes de que te haga subir por la fuerza

Luego de esa discusión, me di cuenta de que era imposible que él me subiera por la fuerza, yo en este cuerpo pesaba más y en el otro cuerpo era más débil. Pronto llegamos a su casa, me bajé de la moto y él me imitó.

— Tienes suerte de que Matt aun no haya llegado— me dijo caminando hacia la puerta, yo lo seguí— Dame las llaves— estiró su mano

— ¿Qué llaves?

— Las de la casa— dijo en tono obvio, lo miré tratando de que no notara que no había sacado las llaves— ¿Sabes? Eres más torpe de lo que pensaba— me dijo

— Lo lamento, en mi casa usamos detector de cara— me encogí de hombros, él me miró y negó con la cabeza.

Se agachó y debajo del limpia pies, sacó una llave. La metió en la chapa y abrió la puerta. Él entró y yo lo seguí, cerró la puerta y caminó hacia la cocina, me quedé a mitad de la sala. Siento como tocan la puerta y él me grita que abra.


— ¿No que se odiaban?— veo a un confundido Matt que tiene a una pequeña niña de la mano, me tenso rápidamente

Capítulo 4~ Tú No Sabes Lo Que Es Ser Yo

~Alan

— ¿Puedes apartarte de mí por favor?— dije una vez que la canción había terminado

— ¿Me dirás que no te gustó?

— Lamento decepcionarte, pero yo no soy tu fan— sonreí y me levanté, ella se apartó de mí seria.

Todas las sillas fueron sacadas del gimnasio rápidamente y yo sacudí mi cabeza. Llamé a los chicos para una mini reunión antes del partido, el otro equipo estaba del otro lado de la cancha.

— Okey chicos…. Miren, sé que estos idiotas son difíciles de vencer… pero nosotros somos 
italianos y ellos estadounidenses. Es seguro nuestro triunfo

— Pero ellos siempre nos ganan— comenta un chico, Marco creo que se llama

— Corrección… ellos siempre nos ganaban— él sonrío— ¿Quiénes somos?

— Los Pumas De Nápoles— gritan todos

— ¿Qué queremos?

— Ganar— repiten

— ¿A quién la ganaremos?— pregunto en un tono bajo

— A las Ratas De Arizona— gritan fuerte, miro en dirección al otro equipo y si las miradas… matasen…

(…)

— Estoy Solo Grosse— escucho como un chico me grita. Vamos en empate, los idiotas de Arizona no hicieron dos goles en el primer tiempo, quedan cinco minutos para que el partido termine, en fines del primer tiempo Matt hizo un gol y a los sesenta y tres del segundo tiempo, Jimmy hizo otro.

Miro en su dirección y de verdad está solo, nadie lo está marcando. Lanzo el balón por el aire y el chico corre para alcanzarla. Se pasa a toda la defensa, el arquero está listo para que el chico patee en su dirección. Me coloco cerca del arco y le hago señas al chico para que me lance el balón.

El chico sonríe y lanza el balón por el aire, como soy más alto que el arquero salto, los defensas corren a empujarme… sin éxito, cabeceo y…

— ¡GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOL! Que digo gol, fue golazo. ¡Del 14… del 14 señores!— escucho como el comentarista del partido grita por el micrófono

Los chicos corren a abrazarme y escucho el pito que señala que el partido ha terminado… hemos ganado. Miro en dirección a las bancas y la veo ahí celebrando junto con Michelle, la hermana de Matt. Ella me saluda sonriendo yo le devuelvo el saludo sonriendo

— Bien hecho Grosse— me felicita el chico que me dio el pase para el gol

— Bien hecho tú— sonreí

— Soy Antoni Carvalho— estiró su mano

— ¿Primera vez que juegas en un partido así, verdad?— pregunté mientras caminábamos al camarín

— Sí, estaba nervioso— reconoció

— Lo hiciste bien para ser un novato

— Gracias

— Le diré al entrenador que te considere más seguido— en sus ojos un brillo de esperanza

— Gracias— repitió y vi cómo se iba a duchar.

Busqué la ropa para ponerme, el día había sido agotador. Hoy el bar estuvo llenísimo, debe ser porque es fin de mes y hay dinero. Me pagaron 26,00 €. Lo que es nada comparado con la operación que debo pagar para Ángella... 65000 €. Hasta ahora llevo ahorrado 1500, Ángella sufre de Prolapso De Válvula Mitral, consiste en que una de las cuatro válvulas que tiene, una no cierra bien.

Tengo que llevarla todas las semanas a la clínica para que le den antibióticos, pero eso no es suficiente, además cada vez que la llevo pierdo ahorros. Los hospitales no tienen ese tipo de medicamentos.

Termino de bañarme y me coloco una camiseta blanca más unos jeans de color negro. Amo el color negro, a diferencia de Ángella. ¿Qué haría yo si ella no estuviera? Aún recuerdo cuando el doctor me dijo lo que sucedía…

…3 Años Antes…

— Alan… lo que te diré es algo muy delicado… tu hermana solo tiene cuatro años y… puede salir adelante

— Doctor… vaya al grano, ¿Por qué mi hermana tiene dificultad para respirar después de acostarse?

— Según los síntomas que ha presentado…Vértigo, fatiga, Tos y esa constante molestia en el pecho…— me decía revisando la ficha médica de Ángella—…ella tiene Prolapso De La Válvula Mitral

— ¿Qué es eso?— pregunté más preocupado que antes

— Es una enfermedad que afecta al corazón, pero la cosa es que eso se puede controlar

— Genial— dije contento, pero él siguió mirándome serio

—Ella necesita una operación… ya que el ventrículo izquierdo está dilatado

— ¿Qué?— la sonrisa se me borró inmediatamente

— Muchacho… sé que eres muy maduro para tu edad… y que a pesar de que… tu madre se fue… y que estoy seguro darías la vida por tu hermana si fuese necesario… debemos mandarlos a un hogar de menores

— No puede hacerlo, además usted es Doctor… conocía a mi padre, eran compañeros de trabajo y se conocían desde la escuela… no lo haga, sabe que allá nos separaran y no podré ver a Ángella nuevamente

— Lo sé, pero…

— Por favor— lo miré suplicante, él asintió con la cabeza

— Deberás juntar el dinero para pagar la operación

— ¿Hasta cuándo tengo?

— La operación debe hacerse lo antes posible… pero según los exámenes que le hemos hecho… ella no superará los ocho años de vida

Y ahí mi mundo se fue abajo.

…Actualidad…

— ¿Hey?— vi como Matt pasaba la mano frente a mí— Tierra llamando a Alan— vi a todos los chicos allí mirándome

— ¿Qué quieres Bartoli?— dije tomando mis cosas

— Con los chicos y las chicas iremos a celebrar que ganamos, ¿Vienes?

— No puedo, tengo que ir con Ángella

— Sabía que dirías eso, así que… Ya lo arreglé todo y se quedará a dormir en mi casa, ella y Michelle se la pasarán genial

— No puedo, tiene que tomarse sus medicamentos al despertar y no los tengo aquí

— Papá se los consigue, tiene sus contactos— me guiñó un ojo. Matt venía de una familia con mucho dinero, sus padres eran dueños de un banco, siempre me ha ofrecido pagarme el dinero para la operación… pero no puedo aceptarlo. Aunque viendo el hecho de que como mesero en un Bar no gano mucho dinero…

— Pero…— no tenía escapatoria y él lo sabía, su sonrisa de lado me lo demostraba— Okey, pero no hasta tan tarde, mañana trabajo— me excusé

— No seas mentiroso, Tu jefe llamó mientras te bañabas y dijo que mañana era tu día libre por haber trabajado el feriado de la semana pasada— Rayos

— Eres un metiche

— Igual me adoras Grosse

— Ya quisieras Bartoli— sonreí

(…)

— ¡Por Alan que hizo el gol del triunfo!— gritó un chico que no pude ver quien era, la casa estaba llena. Ni siquiera sabía de quien era la casa, lo único que sabía era que todos terminaría ebrios y teniendo sexo con alguna porrista. Por eso y muchos más motivos odiaba las fiestas

— ¡Por Alán! — gritaron todos, sonreí incómodo. Odiaba ser el centro de atención

Todos comenzaron a beber y a bailar, así que nadie se dio cuenta de que me escabullí de la fiesta para ir al patio trasero. Era bastante grande, la mayoría de los chicos en el instituto eran hijos de millonarios, yo también lo era hasta que mi padre murió y esa señora que se hace llamar mi madre… nos abandonó llevándose todo el dinero que le correspondía por ser la esposa del gran doctor difunto Antoine Grosse,  yo me gané una beca de estudio y deporte así que me tuve que quedar allí, por eso tengo que estudiar tanto. Si pierdo esa beca adiós estudios, adiós posibilidad de estudiar y ganar dinero para Ángella, adiós todo.

La casa tiene una fuente de agua, tiene monedas dentro ¿De verdad creen que los deseos se cumplen por el hecho de qué tires una moneda a un lugar con agua? Siento una presencia detrás de mí, veo una sombra en el suelo, la luz de la casa me permite verlo… tiene figura de mujer. Escucho como se acerca y me giro a verla…

~ Lucy

— ¿Oye has visto a Alex?— pregunto a un grupo de chicos que están comiendo pizza y bebiendo cerveza

— ¿La sexy chica inteligente?

— Sí, ella misma— y así dice que no tiene admiradores, me río de mis pensamientos

— Está hablando con Matt por allá— dijo uno de ellos

— ¿Matt? ¿Matt Bartoli?

— Pues sí, es el único que conozco— todos rieron

— Bueno, gracias— dije alejándome de ahí

— Hey, Di Pietro— escucho como me llaman, miro a los chicos— ¿Cuándo me dirás que sí para salir?— preguntó uno de ellos, Jimmy creo que se llama. Creo que él es el dueño de la cas

— Cuándo tengas buen gusto y no invites a la plástica de Alicia a una cita antes que a mí— sonreí, los chicos comenzaron a reírse en la cara del chico que quedó rojo

Ya que mi mejor amiga estaba con Matt, el chico que odia, y acá adentro estaba haciendo mucho calor. Caminé fuera de la casa hacia el patio.
Cuando vi que brindaban por el idiota, engreído y estúpido de Alan Grosse fui a la cocina en busca de agua, verdaderamente odiaba a ese tipo… aunque admito que me dio ternura ver como se despedía de su pequeña hermana. Debe ser horrible para la niña tenerlo como hermano, ha de ser mucho peor que en el instituto.

Vi la fuente de agua que había justo en medio del patio, comencé a caminar hacia allí… me encantaba pedir deseos en esas cosas, aunque no siempre se cumplían. A medida que me acercaba a la fuente pude distinguir a alguien parado de espalda frente la fuente, ¿Quién era y por qué no estaba adentro babeándose con alguna de las chicas?

Se giró a verme y me di cuenta quien era, inmediatamente quise no haber salido de la casa

— ¿Qué haces acá?— preguntamos al mismo tiempo

— No quería estar adentro ¿Y tú?— contesté

— No tengo porque darte explicaciones— se giró nuevamente y miró al cielo

— ¿Por qué me odias?— me puse frente a él para enfrentarlo. Era mucho más alto que yo

— No te odio— se río amargamente— solo no me agradan las chicas como tú

— Ni siquiera me conoces— rebatí enfadada ya de su actitud

— Te lo repito, no me interesa conocerte

— ¿Sabes cuál es tu problema?— él me miró y ladeo la cabeza a la izquierda cruzándose de brazos

— ¿Cuál?

— Juzgas a las personas sin conocerlas

— No es necesario conocerte para saber cómo eres

— ¿Y según tú, cómo soy?— él me miró de arriba abajo y a diferencia de otros chicos no se quedó mirando más de la cuenta entre mi clavícula y mis costillas

— Eres superficial, mimada, caprichosa, egoísta, superficial y… por sobre todo… miras en menos a todo el que no sea de tu clase social— yo no soy así, ¿Verdad?— ¿Acerté?

— Tú no sabes lo que es ser yo— dije con enojo, dolor y tristeza

— Debe ser muy difícil que te regalen un celular morado cuando tú pediste uno blanco— contestó sarcástico

— Eres un idiota— caminé hacia la casa, tomaría a Alex y nos iríamos de allí

— Y tú eres petulante—me detuve al lado de la fuente

— ¿Sabes? Aunque dudo que se cumpla lo pediré— dije sacando una moneda de mi bolsillo

— Desearía que vivas lo que vivo yo— dije y lancé la moneda al agua

— Y aunque no creo en estas cosas de deseos… Desearía que tú, niñita caprichosa, vivieses lo que vivo yo— y lanzó la moneda también

Me alejé de allí lo más rápido que pude, odio a este chico con todas mis fuerzas, lo odio más que a Alicia incluso, ojalá se muriera. Salí de la casa y me subí a mi auto para ir a casa. Cuando llegué allá todo estaba apagado, de seguro mis padres estaban durmiendo, subí a mi habitación y me lancé a la cama agotada.


Muy pronto las lágrimas inundaron mi almohada.

Capítulo 3~ Tú No Sabes Lo Que Es Ser Yo

~ Lucy
— Tú eres el idiota que no se fija por donde va— le digo furiosa, odio a este chico con todo mi ser
— Tú eres la torpe egocéntrica que espera que todos se muevan de su camino porque vas tú— es el único chico en todo el instituto que es capaz de hablarme así… por eso lo odio
— No sabes nada de mí, para hablarme así
— Tienes razón, no sé nada de ti porque no pierdo mi tiempo en cosas sin valor— veo como se aleja
— ¿No me ayudarás a pararme?— le grito indignada
— ¿Qué?— sonríe burlón— ¿no tienes brazos y piernas para hacerlo tú sola? — y veo que sigue su camino sin mirar atrás. Estúpido hijo de… su mamá
— ¿Admiras tu reflejo en el piso?— escucho la risita burlona de Matt
— Ya ayúdame a levantarme— le digo estirando la mano
— ¿Por qué estabas en el suelo?
— Porque el idiota animal de tu mejor amigo me chocó y caí al suelo
— ¿Quién? ¿Alan?— preguntó sorprendido
— Nadie además de ti, tiene tanta estupidez en su cerebro para ser amigo de ese idiota autista
— Vamos chica, no hables así de él si no lo conoces
— Me dijo torpe egocéntrica
— No le agradas mucho que digamos
— Ni él a mí, si por mi fuera lo hubiese echado hace mucho tiempo del instituto
— Bueno signorina mandona, me tengo que ir a clases— se despidió
— Okey, cuídate— besé su mejilla y él se alejó hacia la misma dirección que el otro animal.
Caminé hacia mi casillero y saqué los cuadernos de filosofía que necesitaba. El idiota de Alan aún seguía en mi mente, aun no entiendo cómo es que no le gusto, es decir, a todos los chicos les gusto. Bueno, a Matt no… somos como hermanos, nos conocemos desde pequeños, la cosa es que él y Alex no se llevan muy bien.
Me dirigí a la clase que me tocaba, entré y todas las miradas se dirigieron hacia mí… como siempre, amaba ser linda. Me senté en el último asiento de la fila de en medio, esperé que Alex llegara y se sentara a mi lado.
Cuando vi que entró, la miré para que se viniese a sentar a mi lado, ella me miró… y se sentó adelante ¿Aun está enojada? ¡Oh vamos!
Antes de que el profesor llegara me cambié de asiento y me senté detrás de ella, diciéndole a una chica que se moviera. Ella de mala gana aceptó.
— ¿Alex?— la llamé pero no se giró a verme— Alex— repetí, pero ella no me miraba— Alex— hablé más fuerte
— Déjame en paz— se giró a verme y rápidamente volvió a mirar al frente anotando algunas cosas en su cuaderno
— Tenemos que hablar
— No quiero hablar contigo
— No puedes estar por siempre enojada conmigo
— Quizás no, pero si hasta que madures
Me quedé callada frunciendo el ceño y haciendo un puchero. El profesor no tardó en llegar, así que no pude seguir insistiéndole a mi mejor amiga.
La clase fue igual de aburrida que siempre, lo único que me gustaba de cultura eran… los debates de lenguaje, siempre ganaba. Y obviamente la materia que más odiaba era el científico, ¿A quién le interesa saber de dónde proviene el hombre y cosas así? Además odio biología.
Tocaron el timbre para salir y vi como todos comenzaban a salir, yo también salí esperando a Alex, odio pelear con ella… es la única persona en todo el mundo a la que quiero más que a mi vida, la única en la que puedo confiar, la única que sé que no me aconsejará nunca mal.
Vi como salía y caminaba hacia la cafetería, teníamos quince minutos de descanso antes de la última clase. La seguí y la tomé del brazo para arrastrarla al baño.
— Déjame salir— exigió
— Odio pelear contigo— me puse en la puerta para evitar que saliera
— Sabes que solo quiero lo mejor para ti— suspiro cansada— No puedes seguir comportándote como una niña mimada, tienes dieciséis años… pronto cumplirás los diecisiete y sigues siendo una chica inmadura con hormonas revolucionada
— Lo sé— la escucho— lo siento… pero sabes qué el amor no existe
— Lo dices por tus padres— afirma y yo asiento
— Ellos te adoran
— Si así fuera… me darían cariño… pasarían tiempo conmigo, como los tuyos hace contigo, tu madre es doctora y siempre está ocupada… sin embargo siempre está para ti cuando la necesitas, tu padre es el director de esta sede y también siempre está para ti. En cambio… mis padres… ambos son dueños de empresas para venta de casas y nunca tienen tiempo para mí. Pasan con sus celulares pegados a sus orejas, gritándoles a todo el mundo, y si no están así… están cada uno en su oficina, con su computadora comiendo solos.
Ella me abraza porque sabe que es verdad, le susurro que lo siento y ella me acaricia la espalda, luego de unos minutos nos separamos… le sonrío y ella me devuelve la sonrisa.
— Luego de clases tenemos que volver a ensayar
— Prometiste que iríamos a comprarnos ropa
— Sabes que odio las compras— ella me mira con pereza
— Tenemos que comprarnos para la fiesta luego del partido
— Odio las fiestas
— Sigo sin entender… como es que somos mejores amigas si somos tan distintas, yo fucsia… tu negro, yo vestido… tu pantalones… yo fiestas… tu
— Libros— completó mi frase riendo y encogiéndose de hombros
— Vamos— sonreí y caminamos a la cafetería

…Sábado, El día del partido…

— Chicas, no se pongan nerviosas… hemos estado practicando muchas veces para esto— las motivé, la gente se escuchaba en el gimnasio como gritaba para el partido— Lo hacemos bien ¿No es así?

— Sí— dijeron todos a coro

— ¿Quiénes somos?

— Los pumas de Nápolesgritan nuevamente

— ¿Qué haremos?

— ¡Ganarles a las ratas de Arizona!— gritan a coro nuevamente y entramos corriendo al gimnasio donde está todo el mundo gritando de alegría

 Me pongo a la cabeza de todo, las chicas están distribuidas en un triángulo en la cancha. La canción de “¡MAN! I feel like a woman” comenzó a sonar. Con las chicas sonreímos.
Algunas empezaron a dar vueltas en el aire pasándose de un lado a otro, me quedé moviendo las caderas al centro mientras las chicas comenzaban a formar la pirámide, cuando ya estaban todas listas. Me subí sobre las manos de las chicas que estaban abajo y salté a la punta de la pirámide, moví mi cabeza haciendo que mi pelo fuera de un lado a otro. Amaba bailar definitivamente.

Cuando la canción estaba en la mejor parte, salté y quedé con una rodilla en el piso y el otro pie estirado hacia atrás. Los chicos comenzaron a salir cuando la canción decía “Man, i feel like a woman”  les grité a las chicas “Ahora” y ellas corrieron en busca de uno de los chicos, al último venía el idiota de Alan… nadie lo tomó a él porque temían a que dijeran que no, yo en cambio corrí hacia él y tomé su muñeca justo a tiempo antes de que se quedara mirando.

Lo llevé al centro de la pista mientras las chicas comenzaron a bailar alrededor de cada chico sentado en las sillas que bajaron desde el techo, lo senté ahí y él me miraba con una expresión que no supe descifrar. Sonreí.


 — Man, i feel like a woman— dije cerca de su cara y la canción terminó quedando él y yo a tan solo unos centímetros.