~ Lucy
El molesto e insistente sonido de una música lejana,
comienza a arrastrarme a la realidad. Me froto los ojos y me estiro para dejar
todo el sueño en la cama, miro mi teléfono y me doy cuenta de que de ahí
provenía tan molesto ruido, Alex, mi mejor amiga, me está llamando.
Cuando voy a contestar veo que corta, a los dos
segundos su foto en mi celular vuelve a aparecer, contesto.
— Hasta que contestas— es lo primero que escucho
decir al otro lado del teléfono
— Buenos días a ti también— contesto sarcástica y me
levanto con el teléfono aun pegado en mi oreja
— ¿Viste la hora que es?
— ¿Las seis de la mañana?— comienzo a ver mi
guardarropa para ver que ponerme hoy
— No querida,
son las ocho con cuarenta y tres minutos
— Genial, ¿Me
dices el tiempo y cuánta humedad habrá?— sonrío de lado
— Graciosita—
contesta ella— tenemos entrenamiento, el partido es esta semana. Sabes que es
muy importante
— Lo sé, no tienes que recordármelo cada dos minutos
— Entonces apresúrate— antes de que pueda contestar
ella ya ha cortado
— También te quiero— hablo con el teléfono
Saco una camiseta que deja ver mi estómago, hace
unas pocas semanas comenzó la primavera, y es realmente hermoso porque al fin
dejo de lado la estúpida e incómoda ropa de invierno. Me dirijo rápidamente al
baño y me deshago de la ropa, me tengo que bañar lo más rápido antes de que
Alex personalmente venga, y me tire de mis orejas.
(…)
— Signorina, ¿Comerá algo?— me pregunta la sirvienta
— ¿Mis padres?— pregunto tomando las llaves de mi
auto
— Se fueron temprano, dijeron que la querían
— Era de esperarse— susurro
— ¿Cómo?
— Nada, me voy. Adiós— salgo por la puerta
rápidamente.
Respiro hondo estando afuera, odio que se vayan
temprano. Sé que deben trabajar para poder mantener todas mis necesidades, pero
¿es mucho pedir que me acompañen tan solo a un estúpido desayuno?
Sacudo la cabeza y camino hacia el garaje, presiono
el interruptor en la puerta y ésta abre hacia arriba, ahí en toda su gloria y
majestad veo mi hermoso Chevrolet Corvette de color rosado, es precioso.
— Hola Mitch— saludo y me subo en él
El viaje a la escuela es tranquilo, la música como
siempre mi compañía que me hace olvidarme de todos los problemas. Paro en un
semáforo y apoyo mi cabeza en la mano que está en la ventana, el semáforo es
largo por la hora que es.
Miro a ambos lados de la calle y veo a un chico
vestido completamente de negro, eso no es lo que me sorprende, la cosa es que
lleva a una pequeña de la mano, ella es de cabello castaño y lleva dos coletas
altas, va saltando de la mano de… el chico que lleva su bolso rosado en un
hombro, la imagen me causa ternura. Ellos doblan en una esquina y los pierdo de
vista justo a tiempo cuando el semáforo da verde.
Unas calles más allá veo en todo su esplendor, la
escuela. El lugar donde paso cinco horas al día en la materia clásica, era eso
o arte y como en arte está la hueca de Alicia, prefiero no ir allí.
Entro mi auto al estacionamiento, voy veinte minutos
tarde… lo bueno es que papá es amigo del director, así que no tengo problemas…
y mi mejor amiga es su hija, así que no tengo por donde me regañe.
Me bajo del auto y veo todos los pasillos vacíos, le
coloco la alarma a Mitch y me dirijo al gimnasio donde me esperan para ensayar.
Una vez que entro ahí todas las chicas giran su
cabeza a mirarme, sonrío.
— Lamento la tardanza chicas, mi cama y yo tenemos
una relación seria— escucho sus risas
— Lucy…
— Ya Alex, tranquilízate. Estoy aquí, eso es lo importante—
le guiño un ojo y ella niega con la cabeza
— Chicas, descansen un momento. Tengo que traer a
tierra a su jefa— Las chicas se apartan y comienzan a hablar unas entre otras
Pongo las manos a un lado de mi cuerpo y preparo mi
cara de cachorro. Alex se gira a verme con el ceño fruncido y las manos en sus
caderas. Alexandra Cavalcanti, de cabello castaño, ojos azules, cuerpo con las
curvas que necesita… y la más inteligente de todo el instituto. Aun no entiendo
como dos polos opuestos como nosotras pueden ser las mejores amigas
— ¿Cuál es la excusa de hoy?— me pregunta enarcando
una ceja
— No es excusa, es que me dormí tarde anoche y pues…
sabes que una cama cómoda en la mañana puede ser muy persuasiva
— ¿Quién fue la victima de anoche?— se cruza de brazos,
vaya que me conoce bien
— No entiendo a qué te refieres— camino lejos de su
alcance y voy por mi uniforme de porrista azul con amarillo del Instituto
Italiano De Cultura En Nápoles.
— Lucy te conozco, ayer fue lunes y todos los lunes
vas por un chico para divertirte durante la semana y luego destrozar en mil
pedacitos su corazón— me giré queriendo parecer enfadada
— ¿Cómo te atreves a decir eso?— me cruzo de brazos
y ella levanta una ceja ¿Por qué yo no puedo? Estallo en risas— No es mi culpa,
él llegó a mi solito
— ¿Cómo se llama? No, déjalo… no me interesa— ella
camina en dirección a las chicas y les chifla para que miren
— Anda, no puedes enojarte así. Me conoces— traté de
hablar con ella
— Hace cinco años que haces lo mismo y ya estoy
cansada Lucy, no puedes ir jugando con los chicos así como así— estalló
furiosa, todas las chicas miraron
— Baja la voz— dije con los dientes apretados,
sonreí en dirección a las chicas, tomé de la muñeca a mi amiga y la arrastré
fuera del gimnasio
— Suéltame— quitó rápidamente mi mano enojada
— Si solo escucharas…
— No Lucy, escucha tú. No puedes ir cambiando de
chicos como si fuesen un teléfono— la miré seria
— Hablando de teléfono, ayer vi uno que me encantó…
— ¡Escúchate! Estás hablando como la hueca de Alicia—
me interrumpió y señaló hacia un salón en el que supongo estaba ella
— No me compares con ella— grité enojada, odiaba a
esa chica con todo mi ser
— Entonces no te comportes como ella— me rebatió, su
respiración estaba agitada
— No me estoy comportando como ella
— Sí, lo estás haciendo y no quiero que mi mejor
amiga a la que conozco hace más de diez años, se convierta en una zorra, hueca
y torpe como esa
— ¿Esto es solo por qué llegué tarde?
— No Lucy, no es solo por eso. Es porque ya me
tienes harta con esa actitud de chica rompe corazones. ¿Qué pasará cuándo te
enamores? ¿Qué pensará el chico de ti?
— No me interesa lo que piense el mundo de mi— dije
seria— y nunca me voy a enamorar
— ¿Sabes qué?— ella cerró los ojos un momento, luego
los abrió y ya la notaba más tranquila— no quiero hablar contigo ahora. Vete a
clases y luego hablamos o terminaremos diciendo algo hiriente
— No puedes decirme que hacer— le grité cuando vi
que entraba al gimnasio
— Bueno, habla sola. No me interesa— y desapareció
en el gimnasio
Odio cuando hace eso, caminé hacia el baño y entré
para lavar mi cara y despejarme, odio que tenga la razón. Me miré en el espejo,
mi cabello castaño claro con ondas caía por un lado de mi hombro, mis ojos
pardo demostraban rabia, aunque en el fondo fuera dolor, mi piel blanca estaba
roja del enojo. Respiré varias veces hasta que me tranquilicé, apoyada en el
lavamanos y con la mirada fija en el espejo parecía una fiera.
Quizás ella tenga razón, no puedo seguir siempre
así. No puedo ser por siempre la rompe corazones de la escuela. Pero tampoco
puedo enamorarme, el amor no existe, mis padres son un claro ejemplo. Llevan
veinte años de casados, pero no están enamorados el uno del otro. Ni siquiera
sé porque siguen juntos. Quizás hasta tengan otra familia ambos, Siguen juntos
porque le conviene a la empresa… ni siquiera es por amor. La palabra que más
odio en el mundo es el “te amo”, es
decir, ¿Por qué decir algo tan estúpido y tan repetitivo como eso?
Sacudo mi cabeza, y me digo que tengo que ir a
hablar con Alex, odio discutir con ella… porque siempre tiene razón. Me miro en
el espejo una última vez, sacudo mi cabello y salgo del baño… siento como caigo
al suelo.
Levanto la vista para ver al idiota o la idiota que
me empujó y me encuentro con unos increíbles ojos cafés que me miran serios,
una mandíbula apretada y un cabello rubio que adorna una linda pero seria cara.
— ¿Puedes tener más cuidado y dejar de pensar un
minuto en el espejo del baño? — escucho como habla el chico, miro bien su cara
y me doy cuenta rápidamente quien es. ¿Quién se cree para venir a hablarme así?
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Primer Capítulo de la nueva novela, espero les guste y dejen sus comentarios. Un saludo a los países de Europa, Asia y América Del Norte
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