— Es lo que
siento— una parte de mí se rompió al escucharlo
— ¿Realmente es
lo que sientes? — rápidamente limpié las lágrimas que se me habían escapado y
lo miré seria
— Sí— me
contestó
— Entonces
olvídate de que tienes esposa y que tendrás un hijo, porque son dos y no
abortaré— comencé a caminar en dirección a la casa
— ¿Te irás? — su
tono cambió radicalmente
— No me quedaré
aquí a escuchar tus idioteces
— Elissabet… no
podemos tener dos bebés— me sujeto del brazo impidiendo que siguiera caminando
— Edward suéltame—
trate de controlar mi ira
— Es imposible
que estés embarazada de gemelos— chilló enojado
— ¡Bueno vas a
tener que creerlo porque es verdad!— no pude controlar más mi ira y me giré
enfadada
— Vas a abortar
y no cambiaré de opinión acerca de eso— se cruzó de brazos
— ¿Aceptarán a
los hijos que Dios les manda y los educarán de acuerdo con la ley de Cristo y
de su Iglesia? — repetí lo que había dicho el sacerdote en nuestra boda— sí,
repetimos ambos. ¿Por qué ahora te arrepientes?
— Elissabet tú
no sabes lo peligroso que es tener dos bebés
— ¿y tú sí?— lo
enfrenté
— Sé lo
suficiente— dijo cortante
— ¿Hay algo que
no me estés diciendo?
— No
— Mientes
— Tú no eres la
más apta para decirme que miento, tú me mentiste primero
— ¿En qué te
mentí?
— Nunca me
dijiste que tendríamos gemelos
— ¡Me enteré
hoy!— le grité
— Ah claro ¿y no
pudiste decirme que tendrías gemelos cuando te pregunté si todo estaba bien con
el bebé?
— No sabía cómo
decírtelo
— ¿y ahora sí lo
sabías?
— No quería
ocultarte nada
— Eres una…
— ¿Una que
Edward? Completa la frase— lo desafié
— Olvídalo—
caminó en dirección al lago
— No, no lo
olvidaré. Quiero que me digas— lo afirmé del brazo
— ¿Para qué?—
pregunto irritado
— Dime— grité —
¿soy una qué?
— Eres una
idiota, eso eres
— Fuiste tú el
que me embarazó ¿y la idiota soy yo? — pregunté
— Los bebés se
hacen de a dos tengo entendido
— Sí, y se crían
de a dos y se aman y nunca pensarías en abortarlo. ¿Qué tienes en la cabeza? —
pregunté enfadada
— ¿Quieres saber
que tengo en la cabeza? — Me miró a los ojos, un fuego interno se extendía por
ellos— Tengo en la cabeza un miedo espantoso porque Alisson venga y te mate
junto a mis hijos, ¿acaso no entiendes lo peligroso qué es? ¿No entiendes qué
yo sin ti no soy nada? ¿No entiendes que si te pierdo a ti… pierdo a mi vida
también? ¿Cómo crees que quedaré si Alisson te mata? ¿Crees que seguiré tan
feliz cómo lo soy contigo ahora? No Elissabet, no podré seguir sin ti ¿Es tan
difícil de entender? — me gritó y nunca lo había visto tan enojado, sus brazos
firmes en mis hombros no me permitían moverme. No sabía que decir, no sabía qué
hacer. Las lágrimas se deslizaban por mis ojos una tras otra— No quiero
perderte, no sabes lo difícil que es para mí verte tan indefensa. Y ahora la
noticia de un segundo bebé me cayó como un balde agua fría, eres mi vida
Elissabet y los bebés serán parte de mi vida también. Si Alisson los mata no
podré sobrellevarlo, no sé qué pasará conmigo… no quiero verte morir. No sabes
lo difícil que sería vivir sin ti, eres indispensable…te necesito aquí…
conmigo— las lágrimas que caían por sus ojos me hacían verlo indefenso, estaba
siendo sincero, no sabía que decir. No tenía palabras
— Edward…— las
lágrimas no me dejaban hablar—… sé que es peligroso— acaricié su tenso mentón y
él cerró los ojos sintiendo mi caricia— y es por eso… que… decidí… irme… lejos
de ti— las lágrimas en sus mejillas no paraban de descender
— ¿Qué? — me
miró sin entender, el miedo estaba en sus ojos
— Lo que
escuchaste, me voy— sequé mis lágrimas
— No me
abandones Elissabet— me miraba suplicante
— Edward… lo
siento— trate de sacar mi mano pero él
no me lo permitió
— No Elissabet, no me dejes… no ahora— sus ojos
vidriosos y su cara devastada me rogaban que no me fuera
— Perdón— libré
mi mano, traté de pensar en que esto lo hacía por los dos
—Yo Edward Lowell te tomo a ti Elissabet
Elena Brown Payne, pretendo cuidarte, en la salud y en la enfermedad, en la
riqueza y en la pobreza…— recitó las palabras del matrimonio, me
detuve a mitad de camino—…en el bien y en el mal, prometo amarte hasta el fin
de nuestros días…— me giré a verlo, estaba arrodillado en
el césped llorando. La imagen me partió en dos el corazón— Yo Elissabet Brown te tomo a ti
Edward Aaron Lowell, pretendo amarte y cuidarte, serte fiel en las alegrías y
en las penas, en la justicia y en las injusticias, en las desgracia y en la
fortuna, amarte sobre todas las cosas, hasta que la muerte nos separe— dijo mis
palabras exactas— no me dejes, no después de todo lo que hemos pasado
— Edward es por los dos
— Si es por los dos… luchemos
juntos, hemos superado muchas cosas… no me abandones… saldremos adelante… como
siempre
— No nos lo hagas más difícil—
rogué
— No me abandones— se levantó y
corrió hacia mí— si quieres dejo mis celos de lado, te daré todos los caprichos
que me pidas, sacaré a pasear a manjar y jugaré con él… pero no me apartes de
tu vida, no ahora
— Está bien— le dije acariciando
su mentón, él se levantó y me besó.
Me llevó a nuestra habitación en
brazos, me acostó allí y comenzó a deshacerse de mi ropa… muy pronto me hizo
suya una vez más.
~Edward
Poco a poco fui despertando, miré
el reloj y marcaban las nueve veinte de la mañana, me giré para ver la adorable
cara de mi lady dormida… pero no estaba. El lado de su cama estaba
completamente vacío, me levanté rápidamente y corrí hacia el baño… toqué la
puerta y no recibí ninguna respuesta, entré y me encontré que estaba todo en su
lugar… excepto que no estaba el maquillaje de mi lady, no estaba su cepillo
para el cabello ni el de sus dientes. Corrí hacia el armario… y vi algo que me
derribó completamente, solo estaba mi ropa. Bajé las escaleras y no había
nadie, todo estaba silencioso. Ni siquiera se oía Manjar ladrando, subí a ver
la habitación de Lori y estaba todo vacío. Intenté llamar a Elissabet pero me
mandaba al buzón de voz, corrí a la habitación de nuestros hijos y seguía tal
cual la habíamos dejado ayer, me dirigí a la pieza donde estarían Taylor,
Caroline, Alexander, Andrew y Rose… estaba igual de vacía que las otras. Golpee
la pared repetidas veces, lágrimas de furia y tristeza caían por mis mejillas,
me ha abandonado… dijo que no lo haría y me dejó. Le mandé repetidos mensajes
para que me llamara, el buzón de voz me seguía contestando. Intenté llamar a
los chicos y ninguno contestaba, maldita sea… me abandonó.
No puede haberme
dejado, no ahora… no a mí.
(…)
Golpee repetidas las veces la
puerta de mi antigua casa pero nadie me abría, intenté abrir con mis llaves
pero habían cambiado la cerradura, el viaje desde Oxford a Londres se me había
hecho eterno y angustiante, seguí llamando a los chicos pero ninguno me
contestaba. Las lágrimas no dejaban de caer, empujé la puerta y entré a la
casa, todo estaba en completo orden. Llamé muchas veces a los chicos gritando
sus nombres mas no recibía respuesta.
Intenté llamar nuevamente a Taylor.
— ¿Sí?
— ¿Dónde mierda tienen a mi
esposa? — le grité enojado y llorando
— Edward tranquilízate— me pidió
— No me pidas que me tranquilice,
desperté solo y sin mi esposa. Lo último que quiero es tranquilizarme, ¿dónde
está?
— No puedo decirte
— ¿Me traicionaras nuevamente?—
pregunté
— Edward… no me pongas en ese
papel, no me hagas elegir entre mi mejor amiga y mi hermano…
— No elijas— le contesté duro
— Edward… no puedo decirte
— ¿Dónde está maldita sea?—
grité, y ya no escuché nada del otro lado… me cortó.
Me puse a pensar en qué lugar
estaría, no puede haber ido muy lejos ¿verdad? ¿Volverá? ¿Me perdonará alguna
vez?
Traté de llamar a Elissabet
nuevamente pero no me contestaba, decidí llamar a Lori… ella no me ignoraría y
me diría donde está
— ¿Bueno? — Contestó al otro lado
una voz masculina— ¿quién habla? —preguntó nuevamente
— ¿Fernando quién es? — reconocí
de inmediato esa voz… era Alisson ¿Qué hace Lori con ellos?
— No lo sé, nadie contesta—
respondió él
— ¿Quién es?— se escuchó la voz
de Lori. Corté inmediatamente
La maldita de Lori estaba con
ellos, ella… nos estuvo engañando todo el tiempo… ¿cómo no lo pensé antes? Mi
lady está en peligro, y mis hijos también. ¿Cómo les digo si no me contestan?
¿Qué hago? Por primera vez… me siento solo, desvalido e inseguro.
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Edward jodiste todo, ahora Elissabet se fue por tu culpa. ¿Qué opinan? ¿Debería volver? Lori está con los malos, esa es una de las grandes verdades.
Les gustó el capítulo? demuestruenlo con un comentario por favor
L@s Amo, nos leemos pronto
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Edward jodiste todo, ahora Elissabet se fue por tu culpa. ¿Qué opinan? ¿Debería volver? Lori está con los malos, esa es una de las grandes verdades.
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L@s Amo, nos leemos pronto
wao muchos sucesos para un dia se que los leo tarde pero es debido a mi trabajo que ahora no me da chance.
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